La sesión, desarrollada en español, congregó a una audiencia interesada en el acercamiento entre ambas regiones en los últimos años, especialmente a través de nuevos acuerdos comerciales y las posibilidades de cooperación conjunta. Para ello, INCIPE contó con la participación de Félix Fernández-Shaw, con una amplia trayectoria diplomática, habiendo estado destinado en la Representación Permanente de España ante la UE y como jefe de la División de Coordinación de Cooperación al Desarrollo del Servicio Europeo de Acción Exterior. Desde 2022 dirige las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe, y es uno de los principales impulsores de la estrategia Global Gateway.
Fernández-Shaw abrió su intervención destacando la necesidad de fortalecer el vínculo entre América Latina y el Caribe (ALC) y la Unión Europea, en un contexto global marcado por desafíos inesperados. En este marco, puso en primer plano la estrategia Global Gateway como una de las principales herramientas presupuestarias para reforzar esta relación.
El reciente impulso a este acercamiento se remonta a la tercera Cumbre UE-CELAC, celebrada en julio de 2023 en Bruselas y se debe confirmar con la IV Cumbre en Santa Marta, Colombia, prevista en noviembre de 2025. Según Fernández-Shaw, hasta entonces habían transcurrido ocho años sin encuentros birregionales, y la reactivación de las relaciones estuvo condicionada por el contexto geopolítico en Europa: la invasión rusa de Ucrania, la crisis migratoria y la creciente rivalidad comercial entre Estados Unidos y China. Asimismo, destacó el papel constructivo de América Latina en la defensa de la paz, el derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos, lo que la convierte, a ojos de Bruselas, en una región con escasos focos de fricción.
El ponente subrayó que ambas regiones representan conjuntamente casi un tercio de los Estados miembros de Naciones Unidas, y comparten una visión común alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, surgidos en Colombia en 2012 en torno a los valores de las tres «P»: people, prosperity and planet, así como con la Agenda 2030.
Uno de los temas clave fue la reivindicación, por parte de los presidentes latinoamericanos en Bruselas, de avanzar hacia una mayor equidad y superar la “primarización” de sus economías, es decir, la dependencia de la exportación de materias primas como minerales críticos, agua, soja, carne o café a cambio de productos finales. Para ello, señalaron la necesidad de inversión en tecnología y formación de capital humano, con el objetivo de generar valor añadido y dejar atrás el rol de “mero exportador” del sector primario.
En respuesta a estas demandas, la estrategia Global Gateway promueve una inversión productiva que no se limite al intercambio comercial, sino que genere tejido industrial local, fomente la transferencia tecnológica y contribuya a la formación. Este enfoque permitiría no solo impulsar la innovación y el capital humano, sino también estabilizar y formalizar las economías latinoamericanas. A ello se sumaría la creación de empleo de calidad, con impacto en la inclusión de género, el acceso a la seguridad social, la consolidación de una clase media y la reducción de desigualdades. Además, los proyectos promovidos desde 2023 incorporan de forma transversal los componentes medioambiental, económico y social, con el objetivo de diversificar y replicar en América Latina un modelo de industrialización similar al que impulsó China en los años 2000.
Entre las iniciativas destacadas, Fernández-Shaw mencionó la colaboración con el gobierno colombiano para alcanzar un 86 % de población conectada, teniendo en cuenta retos como la dispersión rural y las zonas selváticas; la descarbonización de Brasil y Chile mediante fondos de hidrógeno verde; el apoyo a empresas mineras europeas en el triángulo sur de América para impulsar una extracción limpia, sostenible y socialmente responsable; y el abordaje de problemáticas no estrictamente geopolíticas como la invasión de sargazo en el Caribe. También reconoció que algunos proyectos presentan un alto nivel de riesgo, ya sea por el sector, la falta de personal cualificado o la situación del país, por lo que, en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Comisión Europea, se trabaja para acercar el coste de estas inversiones al del mercado.
Por último, el ponente destacó que América Latina cuenta con la matriz energética más verde del planeta, con un promedio del 30 % de producción renovable —que asciende al 60 % si se excluye a México—, gracias en buena parte a la energía hidroeléctrica generada por la presa de Itaipú, entre Brasil y Paraguay, la mayor del mundo. Este potencial explica el interés europeo en descarbonizar el transporte urbano, rural, de mercancías y continental, en línea con los Acuerdos de París, que ALC apoya firmemente. La estrategia europea apuesta, por tanto, por respaldar a empresas que apuesten por una producción descarbonizada, como vía para impulsar una industria del transporte más sostenible y un desarrollo equilibrado.
La sesión concluyó con una extensa ronda de preguntas donde Fernández-Shaw señaló que, gracias a la CELAC y a la estrategia Global Gateway, el presupuesto destinado a América Latina ha pasado de 3.400 millones de euros al inicio del periodo 2021–2027 a más de 4.000 millones en la actualidad. También se abordó el reto del envejecimiento demográfico de la región, acentuado por la emigración de jóvenes hacia Europa y Estados Unidos, lo que refuerza aún más la urgencia de una inversión productiva. Finalmente, se puso en valor el acuerdo entre MERCOSUR y la UE como un mensaje político en favor del libre comercio