La actividad se desarrolló en español y reunió a una audiencia interesada en conocer el estado actual de los mecanismos y fondos europeos para afrontar el aumento del gasto en defensa, en un contexto marcado por el objetivo de lograr una mayor autonomía estratégica.
Durante su intervención, el embajador Viguera subrayó el fuerte incremento del gasto militar europeo en los últimos años, impulsado en gran parte por la invasión rusa de Ucrania. Como ejemplo, mencionó que el presupuesto de defensa de Ucrania pasó de 1.000 millones de euros en 2022 a 35.000 millones en 2024, lo que representa el 34% del PIB ucraniano y equivale aproximadamente a la mitad del esfuerzo presupuestario ruso.
A pesar del aumento del gasto por parte de la UE y sus Estados miembros, Viguera señaló varias limitaciones estructurales como la ausencia de una identidad europea clara en seguridad y defensa y la descentralización de la industria militar, que dificulta la acción conjunta y la interoperabilidad de los ejércitos europeos. A ello se suman los límites jurídicos y presupuestarios establecidos por el Tratado de la Unión Europea (TUE). En concreto, el artículo 41.2 del TUE impide imputar al presupuesto común gastos de operaciones militares, y el techo presupuestario de la UE, fijado en el 1% de la Renta Nacional Bruta, restringe aún más su margen de maniobra.
Ante este escenario, Viguera repasó los principales avances institucionales y estratégicos logrados por la UE: desde la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) en 1999 hasta la Brújula Estratégica de 2022, pasando por la Estrategia Europea de Seguridad (2003) y la Estrategia Global (2016). También destacó instrumentos como la abstención constructiva, que permite a ciertos Estados no bloquear decisiones colectivas en materia de defensa.
En cuanto a financiación, el embajador señaló como herramienta clave el Fondo Europeo de Defensa, dotado con 13.000 millones de euros entre 2021 y 2027, destinados a proyectos de investigación (4.100 millones de euros) y desarrollo industrial (8.900 millones de euros). Junto a este fondo, existen otras partidas específicas bajo la Rúbrica 5 del presupuesto comunitario, como:
- Movilidad militar, dotado de 1.690 millones de euros para mejorar las infraestructuras y transporte para adaptarlas a las necesidades de movilidad militar.
- European Defence Industry Reinforcement through common Procurement Act (EDIRPA), que coordina la adquisición destinada a la reconstrucción de reservas.
- Act in Support of Ammunition Production (ASAP), dotado de un presupuesto de 500 millones de euros (2023-2025) para aumentar la producción de municiones y misiles; garantizando la exportación a Ucrania y reponer existencias.
Según estimaciones, estos instrumentos suman 7.575,5 millones de euros entre 2021 y 2025, lo que representa aproximadamente la mitad de los recursos europeos para defensa en el actual Marco Financiero Plurianual 2021-2027.
Asimismo, se mencionaron otras iniciativas relevantes como:
- Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), mecanismo de cooperación estructurada entre Estados con mayores capacidades.
- Programa Europeo de la Industria de la Defensa (EDIP), que integra los programas EDIRPA y ASAP.
- Fondo para Acelerar la Transformación de las Cadenas de Suministro de Defensa (FAST) para facilitar el acceso a la financiación para pymes y empresas de mediana capitalización que industrialicen tecnologías de defensa.
- Instrumento de Apoyo a Ucrania, con el fin de alinear su industria militar con los estándares europeos.
También se destacó el papel del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, dotado inicialmente con 5.690 millones de euros para el periodo 2021-2027 y ampliado posteriormente a raíz de la guerra en Ucrania mediante un fondo específico para dicho país.
Recientemente, la Comisión Europea ha planteado un nuevo marco estratégico a través del Libro Blanco de la Defensa, para lograr una mayor autonomía estratégica y abordar la falta de inversión acumulada y la necesidad de consolidar una postura disuasoria creíble. En esta línea, se presentó el Plan ReArm Readiness 2030, aprobado por el Consejo Europeo en marzo de 2025, que busca movilizar hasta 800.000 millones de euros mediante cinco pilares financieros:
- Security Action for Europe (SAFE), dotado de 150.000 millones para inversión en capacidades militares.
- Cláusula de escape del Pacto de Estabilidad, para permitir mayor gasto.
- Fondos de cohesión, orientados a la industria de defensa.
- Incremento de financiación del Banco Europeo de Inversiones, duplicando los créditos destinados al sector.
- Aumento de la finaciación del sector privado, impulsada por la unión bancaria y de mercados de capitales.
Como conclusión, el embajador Viguera afirmó que el aumento del gasto militar europeo desde 2022 ha sido notable, y que será necesario mantener ese esfuerzo para compensar la retirada gradual del apoyo estadounidense. A su juicio, si se superan las barreras legales y políticas actuales, el presupuesto europeo para defensa podría alcanzar los 500.000 millones de euros en el próximo marco financiero (2028–2034).
La sesión concluyó con un animado debate, en el que se abordaron cuestiones como la posibilidad de crear un ejército europeo, la figura del Mando Unificado y la relación entre la UE y la OTAN en el ámbito de la defensa.
Marina Urizarna
Asistente de comunicación, INCIPE