La sesión se desarrolló en español y congregó a una audiencia interesada en comprender la complejidad que presentan las relaciones entre México y Estados Unidos tras la la reciente victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses de Donald Trump. Para ello, contamos con la participación de Luis Téllez, empresario, economista y político mexicano.
Luis Téllez destacó al inicio de su intervención la inquietud que han despertado las primeras declaraciones del ya presidente Trump, mencionando su interés en adquirir Groenlandia, así como sus comentarios respecto al Canal de Panamá, entre otros temas.
En lo que respecta a México, la relación con Estados Unidos es única en el mundo. Comparten una frontera de más de 3.000 kilómetros que se ha convertido en uno de los centros de intercambio de personas, de bienes y servicios de los más importantes del mundo, suscitando una importante interdependencia para ambos países. Fruto de esta interconexión, señala Téllez, la sociedad mexicana es, a día de hoy, más multicultural, con una fuerte ascendencia española, pero también con notables rasgos de la cultura estadounidense.
A lo largo de la historia, las relaciones entre México y Estados Unidos. han experimentado altibajos. Si nos remontamos a la década de 1920, Estados Unidos consideró adoptar medidas militares contra México en respuesta a la expropiación de petróleo. Durante la Gran Depresión, también surgieron problemas en la gestión migratoria, ya que muchos mexicanos residentes en EE. UU. fueron deportados a México, lo que generó dificultades en su recepción. A principios de los años 90, la relación entre ambos países dio un giro positivo con la negociación de los bonos Brady y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), marcando una nueva etapa de cooperación. Sin embargo, en 1994-1995, México atravesó una importante crisis financiera de la cual logró recuperarse rápidamente gracias al paquete de ayuda otorgados por Estados Unidos. Así, a pesar de los altibajos, la relación entre los dos países ha mantenido una clara tendencia hacia la cooperación.
En relación con el segundo mandato de Donald Trump, Luis Téllez destacó tres temas clave en su relación con México: el Tratado de Libre Comercio, la inmigración y el tráfico de drogas, particularmente de fentanilo. Trump ha intensificado la presión para frenar tanto la inmigración como el tráfico de fentanilo, advirtiendo que, si México no cede, impondría elevados aranceles.
Para entender la importancia del Tratado de Libre Comercio, primero hay que definir en qué consiste. Este acuerdo, firmado por Canadá, Estados Unidos y México, estableció la eliminación progresiva de aranceles y restricciones comerciales a bienes y servicios en un periodo de hasta 20 años. También otorgó garantías a la inversión, permitiendo que cualquier empresa que operase en uno de los tres países parte del Tratado pudiera recurrir a un panel de resolución de disputas si alguno de ellos incumplía sus compromisos. Gracias a este Tratado, el comercio entre EE.UU. y México creció significativamente, impulsando las exportaciones, el desarrollo industrial, la agricultura de alta productividad y las manufacturas (especialmente en el sector automotriz).
Pese a estas mejoras, tras la llegada en 2017 a la Casa Blanca, Trump, este mostró su descontento con el Tratado, fruto del cual se abrió una ronda de negociaciones que dieron lugar a la firma de un nuevo acuerno, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Finalmente, el nuevo Tratado fue firmado por Donald Trump, Enrique Peña Nieto, presidente de México, y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, el 30 de noviembre de 2018. Algunas de las nuevas medidas implementadas fueron percibidas como más restrictivas o ventajosas para EE.UU. Los propios mecanismos del Tratado establecen que el acuerdo tiene una vigencia inicial de 16 años, con revisiones cada seis años para evaluar su continuidad. La primera revisión estaba programada para 2026, pero a la luz de los recientes acontecimientos el acuerdo se encuentra en un punto crítico ya que las tensiones comerciales podrían afectar a su futuro.
A día de hoy, México es el primer socio comercial de EE.UU., seguido de Canadá y China. Tradicionalmente, los asuntos comerciales, migratorios, crimen organizado y tráfico de drogas se manejaban de forma independiente. Sin embargo, tras las recientes declaraciones de Trump, estos tres asuntos se han entrelazado de manera significativa, condicionando la continuidad de las relaciones comerciales bajo el T-MEC.
México ha enfrentado diversas olas migratorias hacia EE.UU., así como dos periodos con repatriaciones masivas: durante la Gran Depresión y tras los programas de infraestructura de Eisenhower. Actualmente, cerca de diez millones de mexicanos viven es EE.UU., de los cuales 3.5 millones son indocumentados. En el pasado, cruzar la frontera en busca de trabajo no se consideraba un delito, pero hoy lo es para quienes lo hacen sin documentos. Cuando Trump menciona la expulsión de criminales, se refiere principalmente a los mexicanos que llegaron tras las reformas migratorias. Se estima que EE.UU. deportará entre 350.000 y 500.000 mexicanos durante su primer año de gobierno, según señala Luis Téllez, planteando un enorme desafío para México. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, está preparando al país para enfrentar esta situación, que podría convertirse en una crisis humanitaria debido a la falta de instalaciones adecuadas para recibir a los ciudadanos deportados.
Si México no acepta las medidas migratorias impuestas por el presidente Trump, se enfrentaría a una imposición de aranceles del 25% a sus exportaciones hacia EE.UU., lo que podría provocar una grave crisis económica, aumentar la tasa de desempleo y resultar en el traslado de importantes plantas industriales a territorio estadounidense.
Otro de los aspectos clave en la relación bilateral es la seguridad. Aunque EE.UU. logró frenar el tráfico de drogas procedente desde el Caribe y Colombia hacia su territorio, este fenómeno ha aumentado a través México. La cooperación entre ambos países en la lucha contra el narcotráfico siempre ha sido estrecha, pero el aumento de las muertes por consumo de fentanilo en EE.UU. representa un grave problema social y de seguridad. Por ello, Trump ha calificado a las organizaciones criminales mexicanas como grupos terroristas, lo que permitiría aplicarles la legislación del 9 de septiembre.
Para concluir su intervención, Luis Téllez señala que México se enfrenta a una situación compleja. La posible imposición de aranceles amenaza la economía mexicana, cuyo comercio depende en gran medida de las exportaciones a EE.UU. en sectores clave como la manufactura. La nueva portavoz de la Casa Blanca anunció estos días que si no se producen avances antes del sábado 1 de febrero, Trump aprobaría la imposición de aranceles bajo decreto de emergencia económica.
La sesión virtual concluyó con un debate donde los participantes pudieron plantear preguntas sobre los temas tratados. Durante este intercambio, se subrayó la excesiva dependencia económica y social de México hacia EE.UU., un hipotético aumento de la relación comercial entre México y China, así como la posibilidad de iniciativas de modelos de migración circular o de temporada, para mitigar los daños de las repatriaciones.
Sofía Gómez
Asistente de comunicación de INCIPE