La sesión se desarrolló en español y congregó a una audiencia interesada en comprender la compleja realidad de las mujeres afganas desde la salida de las tropas internacionales del país. Para ello, contamos con la participación de Pilar Requena, directora de ‘Documentos TV’, RTVE. Durante la sesión, Pilar Requena presentó un análisis detallado de las principales dificultades a las que han ido enfrentando las mujeres afganas bajo el régimen talibán en los últimos años.
La intervención de Pilar Requena comenzó tras un breve video introductorio que rindió homenaje a los refugiados afganos que, desde sus lugares de asilo, siguen luchando por los derechos de las mujeres, especialmente por el derecho a la educación. Pilar Requena contextualiza la situación actual en Afganistán destacando esa prohibición, impuesta por el régimen talibán, que impide a las mujeres asistir a la universidad y a la educación secundaria. Aunque esta medida se justificó inicialmente con promesas de reintegración futura de las mujeres en el ámbito educativo, los talibanes no solo han incumplido su palabra, sino que han intensificado la represión de otros derechos de la mujer.
Requena señaló que Afganistán se encuentra actualmente bajo un apartheid de género, con la exclusión sistemática de las mujeres de los espacios públicos en los que antes participaban. Además, describió una grave crisis humanitaria que ha sido ignorada por la comunidad internacional desde que Afganistán dejó de ser una prioridad política. Los talibanes, por su parte, han intentado obtener reconocimiento internacional y el desbloqueo de las reservas afganas congeladas desde su llegada al poder. Aunque se ha buscado utilizar estas dos demandas como herramientas de negociación para limitar sus abusos, la comunidad internacional ha respondido de manera tibia a sus políticas y no ha accedido a la totalidad de sus peticiones, lo que ha llevado al régimen talibán a rechazar las condiciones de los miembros de la arena global.
Además, Requena explica que en un intento de proyectar una imagen más moderada, los talibanes han designado a representantes que hablan inglés y que se muestran accesibles incluso para mujeres periodistas. Sin embargo, subrayó que estas figuras son los mismos líderes que gobernaban en los años 90, y que perpetúan las mismas políticas represivas de aquella época.
Sobre la situación de las mujeres, Requena señaló que el carácter altamente segregado de la sociedad afgana obliga a mantener su presencia en ciertos sectores profesionales, como el sanitario, para garantizar la atención a la población femenina. Sin embargo, advirtió que no es descartable que los talibanes prohíban también la participación en esos sectores, eliminando cualquier cobertura social básica para las mujeres. Este sería un paso más en el proceso de erosión de sus derechos en Afganistán.
La represión bajo el régimen talibán afecta a toda la población, pero tiene un impacto especialmente crítico en las mujeres. Las medidas más duras comenzaron a finales de marzo de 2024, cuando se re-introdujeron castigos como la flagelación pública y la lapidación por adulterio, lo que provocó grandes protestas a nivel internacional. Sin embargo, en agosto, nuevas restricciones se sumaron a las anteriores: el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio prohibió escuchar voces femeninas en espacios públicos, el uso de cosméticos, la ropa ajustada, mostrar el rostro o mirar a hombres que no sean parientes. Estas prohibiciones se ampliaron aún más al impedir la presencia de mujeres en espacios públicos, lo que las eliminó de lugares como parques, gimnasios y salones de belleza, que solían ser puntos de encuentro donde las mujeres podían compartir sus experiencias bajo el régimen.
Como resultado de estas restricciones, la situación de salud mental de las mujeres afganas ha empeorado significativamente. Según Requena, el 90% de las mujeres sufren de ansiedad y depresión, y los índices de suicidio han aumentado desde que los talibanes retomaron el poder. Además, la represión del régimen se amplía a los hombres que apoyan los derechos de las mujeres.
Para abordar esta crisis, Pilar Requena destacó la importancia de visibilizar lo que está ocurriendo en Afganistán y evitar que la situación de las mujeres caiga en el olvido. También denunció la aceptación por parte de organismos internacionales de las condiciones de los talibanes en las negociaciones políticas, que suelen excluir a las mujeres afganas de dichos procesos. Esta exclusión dificulta a las mujeres Afganas denunciar su difícil situación a nivel internacional y exigir respuestas a los abusos del régimen talibán.
La sesión concluyó con un debate donde los participantes pudieron plantear preguntas sobre los temas tratados. Este intercambio subrayó la relevancia de comprender la situación actual de las mujeres afganas y la responsabilidad de la comunidad internacional en denunciar de forma sostenida las violaciones de sus derechos en Afganistán.
Lucía Rodríguez