Javier Colomina inició su intervención destacando que la Cumbre de la OTAN en Washington, conmemorando el 75 aniversario de la Alianza Atlántica, no solo contaba con un importante componente simbólico, sino que también generó resultados significativos. Uno de los ejes centrales de la agenda de la Cumbre de Washington versó en torno a la guerra en Ucrania. Colomina señaló que el apoyo a Ucrania es una de las prioridades para la OTAN desde el inicio de la guerra, en febrero de 2022. Se ha apoyado a Ucrania de diversas maneras, entre ellas facilitando entrenamiento y asistencia a los efectivos militares ucranianos. Alrededor de 700 efectivos han recibido asistencia en bases logísticas fuera del territorio ucraniano.
En términos de ayuda financiera, los países miembros de la OTAN se han comprometido a garantizar 40 mil millones de dólares anuales a Ucrania, estableciendo unas cuotas orientativas a cada miembro. Esta ayuda consolida el apoyo económico ya existente que previamente se llevaba a cabo de forma voluntaria y bilateral y que, a partir de la Cumbre, será canalizado por la OTAN para que los Aliados contribuyan con lo acordado.
Por otro lado, se abordó la aproximación de Ucrania a la OTAN y su posible incorporación como país miembro, dejando claro que mientras el conflicto continúe, Ucrania no puede entrar en la Alianza. Sin embargo, se está trabajando activamente para construir un «Bridge to Membership», a través de decisiones que hacen que la incorporación de Ucrania en un futuro sea un camino irreversible.
Otro eje central de la agenda de la Cumbre fue la defensa colectiva y la capacidad de disuasión de la Alianza. En esta línea, Colomina subrayó la rapidez de movilización de la OTAN, que desplegó en las primeras dos semanas de la guerra a 40,000 soldados, 100 barcos y 300 aviones de combate para garantizar la integridad territorial de los países miembros. Tras las nuevas decisiones adoptadas, la OTAN será capaz de desplegar en un periodo de tiempo similar hasta 500,000 soldados, una capacidad que no posee ningún país en el mundo.
El tercer grupo de decisiones estuvo vinculado con los socios y las relaciones de partenariado existentes. La OTAN cuenta con 35 socios en el mundo, desde Colombia a Nueva Zelanda. En la Cumbre de Washington participaron en una de las sesiones los líderes de cuatro países del Indo-Pacífico: Japón, Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda. Además, acudieron en representación de la Unión Europea, el presidente del Consejo, Charles Michel, y el alto representante Josep Borrell. La UE es un socio único y estratégico, cuya colaboración ha sido esencial desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Dentro del enfoque de los partenariados, Colomina destacó la reciente aprobación de un plan de acción para el Sur, fruto de un arduo proceso de negociación y un informe posterior de un grupo de expertos sobre la región. Este plan será de ayuda para incrementar la presencia y capacidad de la OTAN en el vecindario sur, además de mejorar la asistencia, el entrenamiento y las capacidades de los socios en la región. A día de hoy, la Alianza cuenta con once socios en esta área, cuatro de ellos en el Golfo y siete en el Mediterráneo, pero se están explorando nuevas relaciones, incluyendo a actores como Arabia Saudí y la Unión Africana.
Un elemento clave en el plan de acción para el sur es la apertura de una oficina de la OTAN en Amán, Jordania, y la posibilidad de otra apertura en la región del Magreb. Esto incrementará la presencia política de la OTAN en la región, facilitando la cooperación práctica y la coordinación con los socios locales. Además, se planea nombrar un representante especial para el sur, cuya responsabilidad será coordinar y ejecutar el plan de acción de manera efectiva.
Javier Colomina concluyó su intervención resaltando la relevancia de estas decisiones para la estabilidad y seguridad euroatlántica, y se mostró disponible para responder las preguntas que nuestra audiencia en directo formuló durante el debar¡te posterior a su intervención.
Aranzazu Álvarez