Brasil: más allá de los BRICs

El 19 de junio de 2024, INCIPE celebró el evento virtual titulado Brasil: Más allá de los BRICs con la participación de Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía de IE University. Esta sesión fue presentada por el secretario general del INCIPE, Ricardo Díez-Hochleitner. Tras la intervención, se inició una ronda de preguntas moderada por el director general del INCIPE, Vicente Garrido.

Juan Carlos Martínez Lázaro inició su intervención destacando la evolución y el crecimiento de la economía brasileña, que ha alcanzado una tasa de alrededor del 2%. Subrayó que Brasil apenas sufrió el impacto de la pandemia gracias a las políticas especiales implementadas por el presidente Bolsonaro durante ese período. Según Martínez Lázaro, el crecimiento de la economía brasileña en los últimos 25 años ha sido notable, aunque solo ha sido superado en momentos puntuales de la última década. Además, señaló que la mejor época para la economía brasileña se vivió en la década de 2000.

En 2009, Goldman Sachs pronosticaba que Brasil alcanzaría el puesto de quinta economía mundial para 2025, superando a Francia y al Reino Unido. Para 2010, el país ya se había consolidado como la octava economía global y había organizado exitosamente la Copa Mundial de Fútbol, además de ser anfitrión de los Juegos Olímpicos de 2016. Estos eventos fueron destacados por Martínez Lázaro como ejemplos del crecimiento tanto económico como social de Brasil.

Todo el éxito que había logrado el país se desvaneció y Brasil quedó sumido en un periodo de inestabilidad social, que se prolongó hasta el intento de toma del Parlamento Brasileño y culminó con el regreso de Lula Da Silva al poder en 2023, cuyo objetivo es restaurar la agenda de crecimiento y fortalecer la posición internacional de Brasil. «En 2015-2016, la economía brasileña experimentó dos años consecutivos de recesión, algo que no ocurría desde 1930-1931«, señaló Martínez Lázaro. “Nos encontramos ante el fin del súper ciclo de materias primas que Latinoamérica había experimentado desde principios de los 2000”.

Los socios comerciales de Brasil, desde el punto de vista exportador, han evolucionado a lo largo de los años, señaló Martínez Lázaro. Actualmente, el 50% de las exportaciones brasileñas se dirigen a Asia, mientras que el 30% tiene como destino América, incluyendo a Argentina, que siempre había sido un socio histórico del país junto con Estados Unidos. «Vemos también cómo China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil desde 2009», afirmó el ponente.

Actualmente, Brasil también muestra una dependencia significativa de China desde el punto de vista importador. Más del 20% de sus importaciones provienen del gigante asiático, en comparación con el 16% de Estados Unidos. Por otro lado, Argentina se mantiene en el 5%, siendo superada por Alemania, que representa el 5,5% de las importaciones. Aunque Asia no tiene la misma predominancia en las exportaciones, está ganando cada vez más importancia en las importaciones, lo que refuerza el comercio bilateral con Brasil.

Brasil no es solo un país exportador de materias primas, sino que también exporta recursos naturales, lo que explica por qué Asia es su principal socio comercial. Para la economía brasileña, las exportaciones de petróleo son cada vez más importantes. En los últimos cuatro años, la producción de petróleo ha aumentado a aproximadamente 3,5 millones de barriles diarios, y para 2030 el país espera producir alrededor de 5 millones de barriles diarios. Esto posiciona a Brasil como uno de los mayores productores de este recurso natural.

«El verdadero problema de la economía brasileña se encuentra en sus finanzas públicas», afirmó Martínez Lázaro. Aunque la inflación es una constante en el panorama brasileño, está bajo control. Sin embargo, el déficit fiscal sigue siendo una de las mayores preocupaciones económicas del país, pese a que en 2023 se situó por debajo del 3%, algo que no se había logrado en muchos años. A pesar de este avance, la deuda pública sigue siendo significativa, lo que impacta directamente en el coste de financiación del país.

A través de las políticas de Lula Da Silva, se busca convertir a Brasil en un líder global mediante alianzas internacionales. Actualmente, Brasil es la octava economía del planeta, aunque sus perspectivas económicas distan mucho de las que tenía en los años 2000. Lula Da Silva ha retomado la agenda internacional, que se había deteriorado significativamente debido a los acontecimientos ocurridos en el país desde 2013. Lula quiere mantener buenas relaciones con los Estados Unidos, que es el mayor inversor en Brasil, pero también desea fortalecer la cooperación con China. Esto genera contradicciones en el panorama internacional del país debido a las tensiones globales existentes entre Estados Unidos y China en diversas áreas. Brasil busca retomar una agenda global de forma independiente, mientras colabora estrechamente con los países de los BRICs.

En cuanto a las alianzas comerciales, Brasil enfrenta una situación compleja debido a su dependencia de Asia, mientras participa en el Mercosur y el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. Sin embargo, más allá del ámbito comercial, Brasil mantiene su ambición de ser una potencia global en el ámbito político, lo cual subraya la importancia de su desarrollo militar.

Para finalizar su intervención en la sesión virtual, Martínez Lázaro detalló los cambios necesarios para impulsar la economía brasileña. Brasil requiere una estabilización fiscal urgente, así como reformas estructurales y una mayor apertura comercial. Además, el país enfrenta una necesidad apremiante de fomentar el crecimiento económico.

Tras la presentación de Juan Carlos Martínez Lázaro, se abrió un debate donde los participantes plantearon preguntas sobre temas como el multilateralismo, el acercamiento de Brasil a Rusia y China, las relaciones regionales, los mercados internacionales, las políticas fiscales y las energías renovables, entre otros.

Palmira Reboto