Óscar Mijallo inició su intervención explicando la razón por la cual la sesión de hoy había sido titulado como “conflicto palestino-israelí” y no “conflicto árabe-israelí”, a pesar de la importancia que posee la religión en la cuestión. No obstante, el ponente afirma la necesidad de destacar la vertiente nacional del conflicto, dado que Hamás,, en su carta fundacional ,hablan de sí mismos como “árabes palestinos”. Una vez Mijallo hizo hincapié en este detalle, procedió a explicar los diferentes elementos de relevancia en el actual conflicto de Gaza, comenzando por los Acuerdos de Oslo. Sin dar muchas especificaciones sobre las características de dichos Acuerdos, Mijallo los menciona para demostrar su ineficacia. Destaca lo obvio, siendo que todavía no existe un estado palestino, propósito que parece estar cada vez más alejado.
Asimismo, el ponente destaca los motivos por los que el gobierno israelí está operando de determinada manera, así como las posibles consecuencias que acarreará el conflicto a nivel interno. En esta línea, menciona la mentalidad punitiva de la sociedad israelí, dando por hehco que el Gobierno de Netanyahu no quedará impune como consecuencia del conflicto. Se habla también de una notoria pérdida de apoyo por parte de los actores internacionales y países que apoyaban anteriormente a Israel. La destrucción de hospitales en Gaza, así como otras acciones de la misma índole, parecen ser el detonante. No obstante, Mijallo explica cómo el conflicto está afectando a otros estados, mencionando en particular a países musulmanes y cómo estos se han visto obligados a actuar.
Por otro lado, Mijallo menciona los problemas a los que Hamás se está enfrentando, haciendo especial énfasis en el aspecto geográfico, dado que la franja de Gaza se encuentra encerrada; no solo por Israel, sino por Egipto también.
Al final de la sesión tuvo lugar un debate, en el que los participantes formularon algunas preguntas relacionadas con la posición de Estados Unidos y la hipotética deriva de su política exterior consecuencia de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Asimismo, también se respondieron cuestiones relacionadas con la gobernanza regional y las relaciones de Israel con otros países árabes, así como también la silenciosa posición de la Unión Europea ante las agresiones sucedidas en Gaza.