Fernando Ferrando comenzó su intervención destacando que en este momento ya hemos sobrepasado seis de los nueve límites marcados por la Universidad de Estocolmo para el mantenimiento de la salud de la tierra. Continúa destacando que, a nivel mundial, en siete meses consumimos los recursos naturales de un año entero, y, en el caso de España, consumimos 2’4 veces por encima de nuestras posibilidades.
Desde los años 50 y el desarrollo de la fase industrial, el aceleramiento en la demanda de energía se ha multiplicado por ocho, por lo que tenemos un grave problema de aumento de consumo energético, destaca Ferrando. El consumo de energía en 20 años se ha incrementado en 2.100 kWh per cápita, multiplicado por 1.700 millones de personas más que en el año 2000 a nivel global, un consumo que, además, se basa en el uso de combustibles fósiles.
Ferrando continúa señalando que, en la Unión Europea, se ha ido incrementando gravemente el coste de las pérdidas económicas por fenómenos extremos en los últimos seis años; unas pérdidas que, trasladadas a países en vías de desarrollo, son incluso mayores.
Con respecto a la verbalización de los reconocimientos de la pasada COP 28, recuerda que el acuerdo al que se llegó no es vinculante para los países. Además, en relación con los objetivos acordados, destaca que se llegó al compromiso de triplicar la capacidad mundial renovable, pero sin mencionar la necesidad de la electrificación de la demanda para sustituir a los combustibles fósiles; también señala que se acordó acelerar los esfuerzos para reducir la producción de energía con carbón, pero sin medidas concretas; y que se pactó transicionar, en lugar de erradicar, para dejar atrás el petróleo, el gas y el carbón.
En cuanto a los reconocimientos de la COP 28 a nivel de medios y apoyos económicos, destaca la creación de un fondo de pérdidas y daños, que será gestionado por el Banco Mundial, y que, considera Ferrando, cuenta con un compromiso bastante reducido, teniendo en cuenta que las necesidades son de 400mil millones, y que se está dotando al fondo de 792 millones.
Con respecto a las posibles soluciones, Ferrando recalca que el crecimiento poblacional y económico va a continuar incrementando el consumo de energía y de materiales, y que el modelo de crecimiento basado únicamente en el desarrollo de la tecnología no es suficiente, por lo que habría que plantearse si es necesario cambiar el modelo de producción y de consumo.
En el último bloque de la sesión tuvo lugar un debate, en el que los participantes formularon algunas preguntas sobre temas como la insuficiencia del denominado Loss and Damage Fund, creado a propuesta de la pasada COP 27; sobre los diferentes métodos de reducción de emisiones; así como sobre las posibilidades de producción de energías renovables.
Se discutió también acerca de China y su modelo de consumo de energía, sobre la necesidad de decrecer en aquellas actividades que no son sostenibles, y sobre la posibilidad del uso de energía nuclear. Además, se habló sobre la relación entre calentamiento global y fenómenos extremos, sobre la posición de la opinión pública con respecto al cambio climático, y sobre la futura COP29.
Elena Ferro