El Gobernador del Banco de España inició su intervención destacando los efectos de la globalización, un tema de gran importancia para las economías muy abiertas, como la española y, en general, la europea. A partir de 2020 se han producido dos perturbaciones extraordinarias, la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, generando una enorme incertidumbre.
Si a estos factores se suman las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, surgen nuevos interrogantes sobre el futuro de la globalización y la importancia de los factores geopolíticos en la configuración de las relaciones económicas internacionales. Condicionando no solo la actividad de los gobiernos, sino también la de las empresas. Este escenario es particularmente importante para Europa por el grado de apertura comercial y financiera de la UE, mucho mayor que el de otras potencias geopolíticas, sea el caso de EE.UU. y China. Los datos del año 2019 lo evidencian: la cuota de comercio exterior de la zona euro alcanzo el 54% de nuestro PIB, frente al 31% del año 1999.
Si bien todos coincidimos en que este incremento de la apertura de la economía europea ha supuesto una ventaja, también se ha convertido en un aspecto de vulnerabilidad en el actual entorno geopolítico global, tal como se describía al inicio.
Hernández de Cos plantea la siguiente pregunta: «¿Cuáles son las vulnerabilidades que se observan como consecuencia de ese alto grado de integración?». Señala que existen al menos cuatro aspectos de vulnerabilidad importantes al analizar los datos de la Unión. La primera es la dependencia de las importaciones industriales chinas. Además, señala que la UE también depende de terceros países para la producción de semiconductores. Las empresas europeas que participan en la fabricación de estos productos se concentran casi exclusivamente en la fase inicial de la cadena de producción, suministrando equipos y materiales de alta pureza. Sin embargo, estas empresas representan una proporción insignificante en otras fases críticas de la cadena de producción y también presentan una alta dependencia de proveedores externos. Casi el 80% de los proveedores de las empresas europeas de semiconductores se encuentran fuera de la UE.
Hernández de Cos añade que una transición hacia una economía más verde podría reducir de manera significativa estas dependencias externas. Se estima que el cumplimiento de los objetivos establecidos en esta área podría reducir las dependencias del 60% actual hasta un 10% para el año 2050. Sin embargo, esta transición necesita de materias primas críticas, como tierras raras, cobalto y paladio.
Otros aspectos que destaca el Gobernador son la concentración de las exportaciones y las inversiones extranjeras directas, dado que los principales socios de inversión de la Unión Europea son otras economías avanzadas.
En la sesión de preguntas y respuestas, el Gobernador del Banco de España responde ampliamente las cuestiones planteadas por los oyentes, abordando diversos temas sobre la política monetaria, la inflación y la deflación del país, y asimismo, anticipó que el PIB español retornará a los niveles previos a la pandemia en el segundo trimestre de 2023.
Danela Bordones