El coronel Calvo comenzó su intervención hablando de la evolución de las amenazas hibridas, concepto del que se comienza a hablar en los años 90 en el cuerpo de marines estadounidense, concretamente en los conflictos de Chechenia y el de Hezbollah con Israel en el sur del Líbano. “Había una cuestión importante para comprender la evolución de lo hibrido, y es que se le daba mucha importancia a la información, a la que se le daba mucha importancia y en que algunos casos se explotaban mucho como en conflictos de la guerrilla zapatista en México, que tuvo una repercusión mundial por el uso mediático e información que hicieron para dar propaganda a su movimiento”.
El coronel Calvo prosiguió su ponencia señalando que las tropas estadounidenses desplegadas en en Irak y Afganistán se encontraron una situación similar, donde cada vez toma más importancia la narrativa. Asiimismo, durante el conflicto de Israel contra Hezbollah en 2006 comenzó el uso de guerra hibrida de una manera muy popular, y el uso de la narrativa por parte de cada bando toma relevancia. Posteriormente, encontramos otros ejemplos en la evolución conceptual de guerra híbrida, como los ciberataques sufridos por Estonia en 2007 y la guerra que enfrentó a Georgia y Rusia, siendo la primera vez que se combinan ciberataques junto con campañas de desinformación tremendas, donde la guerra híbrida comienzó a materializarse. Simultaneamente, se generalizó el uso de smartphones y redes sociales en un contexto de crisis económica global, propiciando el tipo de conflictos híbridos que hoy en día son tan habituales.
El coronel Calvo mencionó la propaganda, la desinformación, la diplomacia, la economía, la subversión el sabotaje y espionaje como factores que se ponen en práctica, por ejemplo, durante el conflicto de Crimea, combinados con ciberataques en los teléfonos de los propios combatientes para crear confusión, pánico y descoordinación y terror; paradigma de la guerra hibrida: “A partir de aquí se desarrolla otra evolución, con incidentes no militares, como la intervención rusa en las elecciones estadounidenses de 2016. Se generalizan los ciberataques con el objetivo de obtener información, y se pasa del concepto de guerra hibrida a amenazas hibridas, dado que las agresiones se dirigen generalmente contra la población, creando un clima de incertidumbre y desinformación». Para el coronel Calvo la respuesta no debe ser buscar la confrontación, sino trabajar en la integración todos los instrumentos de seguridad y militares, en la comunicación, en la influencia política de los conflictos armados y la resiliencia.
Posteriormente, durante el debate se plantearon algunas cuestiones relativas a cómo los países se preparan para hacer frente a las amenazas hibridas, a lo que el coronel respondió que «se ha aprendido mucho durante la pandemia, pero hay mucho trabajo por desarrollar». Por otro lado, se hizo referencia a cómo se capacita a los ciudadanos para enfrentar las amenazas hibridas de forma complementaria a las Fuerzas Armadas. «Uno de los aspectos más importantes es la educación. Sin embargo, seguimos siendo vulnerables, incluso gente preparadísima puede caer en la desinformación. Fomentar el pensamiento crítico y la actitud de contraste es importante, y debería ser uno de los fundamentos de la educación”, señala el coronel.
Es vital que se comunique mejor, proporcionando una información a los ciudadanos que aporte el crédito que se ha deteriorado hacia las instituciones. Por lo tanto, el éxito reside en la educación y la comunicación; enseñar a pensar en términos de contrastar opiniones diversas y comunicar con trasparencia son dos claves para hacer más resiliente a la población, haciéndoles confiar más en el sistema.
Para concluir, el coronel Calvo destacó cual es la situación de España ante las amenazas híbridas, “lo que estamos sufriendo muchos países occidentales no es una amenaza hibrida sino un tanteo con ciberataques y campañas de desinformación política, cuyo objetivo es detectar debilidades según la reacción y, en el futuro, si surge la oportunidad se utilizaría en nuestra contra. Estamos sometidos a un tanteo constante”.
Javier Ubrí