Interpretar China a la luz de su historia

El 15 de diciembre de 2020 INCIPE celebró el encuentro virtual que clausuró el I Ciclo Grandes Potencias dedicado monográficamente a China. Esta actividad, titulada Interpretar china a la luz de su historia, se celebró en colaboración con Política Exterior y contó con la participación como ponente de Josep Piqué, consejero delegado de Política Exterior, ministro de Ciencia y Tecnología (2002-2003), de Asuntos Exteriores (2000-2002), de Industria y Energía (1996-2000) y portavoz del Gobierno (1998-2000). El encuentro fue presentado por Juan Lladó, presidente de Técnicas Reunidas y vicepresidente de INCIPE y, tras la ponencia, se celebró un debate moderado por Vicente Garrido, director general de INCIPE.

El ministro Piqué establece, desde el inicio de su intervención, una relación clara entre la política exterior de los Estados y su historia y geografía.  “Cuanto más secular es la historia más pesa, y cuanto más exigente es su geografía mayores desafíos se plantean”. Y la historia de China, tal y como el presidente Xi Jinping recodaba a Donald Trump en sus primeros encuentros, se remonta a hace cinco mil años. Para Piqué este recordatorio no fue una casualidad,  Xi Jinping estaba transmitiendo que, al margen de la coyuntura política y económica, China es, ante todo, una cultura milenaria.

En este contexto, Josep Piqué clausura el ciclo de ponencias digitales en torno al gigante asiático aportando una perspectiva historia al desafío que supone para occidente la China actual. Para ello, invita a no analizar la historia China desde una perspectiva occidental. “Su historia es otra, China se consideraba -y en cierta medida era-  el centro del mundo.  Y simplemente quiere volver a serlo” afirma el ministro.

Desde su nacimiento como imperio hasta las guerras del Opio, China fue derrotada militarmente -de hecho la dinastía Yuan (1271-1368) fue fundada por invasores mongoles-, pero la cultura china siempre había prevalecido desde el punto de vista político, institucional y cultural. Sin embargo, a partir de la llegada de los europeos en el siglo XIX y su intento de imponer las instituciones y “reglas del juego” occidentales en China, y la negativa del emperador a doblegarse ante quienes consideraba barbaros, se inició en el imperio chino lo que se considera ‘el siglo de la humillación’, que supuso el dominio de occidente sobre la soberanía  china desde entonces, puntualiza el ministro.

Las reformas emprendidas en China desde los años de Deng Xiaoping no iban encaminadas a democratizar el país sino a recuperar el poder económico del mismo y, para eso, era imprescindible contar con el apoyo de Estados Unidos. “China quería unirse a occidente para recuperar su prosperidad pero al mismo tiempo no quería ser occidental” afirma Josep Piqué, y el retorno a los valores milenarios confucianos que se observa en el discurso oficial del gobierno, con un tono cada vez más nacionalista, lo demuestra.

China es consciente de que el sector estratégico del que depende la hegemonía mundial es el tecnológico. Por eso el país está llevando a cabo una revolución tecnológica en torno a la Inteligencia Artificial, planteando a su vez un multilateralismo basado en sus propias reglas, aprovechando la retirada de la arena internacional de Estados Unidos durante la administración Trump. Esta Política Exterior está comenzando, en palabras del ministro a “remover conciencia”, y a llevar al orden mundial a una pugna entre dos superpotencias; Estados Unidos, que intenta mantener su influencia, y China, que pretende imponer sus reglas del juego. En este contexto se enmarcan las restricciones a las inversiones, el proteccionismo comercial y las alianzas para la contención de China impulsadas como Estados Unidos, explica Piqué.

Europa tiene que establecer un dialogo claro con la nueva administración estadounidense. Porque, en palabras del ministro Josep Piqué, “que China se convierta en la potencia hegemónica a nivel económico y mundial en 2049, según su plan, depende de cómo Estados Unidos, la Unión Europea, y el conjunto de occidente reaccione”.

Sofía Alfayate