El pasado 31 de enero de 2020 se producía la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Tras tres años y medio de negociaciones tras el “sí” al Brexit, –un “sí” que venía sin instrucciones del “cómo”-, Reino Unido se embarca en un nuevo proceso de acuerdos con la Unión Europea. Esta vez, desde fuera. Para el Reino Unido la salida de la Unión Europea no implica, ni supone, un cambio de su postura internacional; de hecho, la mayor parte de su política exterior se mantiene. Tanto su compromiso con el libre comercio, -por el cual lideraron una batalla interna para impulsar el papel global de la Unión-, como su actitud hacia las políticas de protección del medio ambiente, energías renovables, trabajadores, y bajas por maternidad y paternidad, permanecen intactos. Su política interna no se va a desregularizar tras la salida. Además, sus compromisos más internacionales como es el caso de la OTAN, también van a permanecer igual. Reino Unido seguirá destinando un 2% de su PIB nacional a la defensa de la organización.
Como parte del proceso de negociaciones, que empezarán en un par de semanas, Reino Unido construirá su diálogo a partir de una vocación constructiva y el deseo de obtener resultados positivos para los ciudadanos. Conseguir un acuerdo de libre comercio ambicioso, así como otros acuerdos paralelos sobre seguridad nuclear, inmigración o pesca, constituye su máxima prioridad. El nuevo régimen migratorio resulta de especial importancia para la Unión Europea, ya que vence a la libre circulación. Sin embargo, Reino Unido ha reafirmado su intención de no cerrarse como país. Es por ello que, a través de las negociaciones, pretenden seguir abriéndose a profesionales y estudiantes. Eso sí, lo más probable es que tengan que pagar más por entrar y permanecer en el país, así como cumplir con condiciones precisas. Otras iniciativas, como el Erasmus, se estudiarán.
Fruto de una divergencia en la percepción de legitimidad democrática en la Unión Europea, Reino Unido decidió marcharse de la Unión Europea. Pero no cierra sus puertas, ni tampoco pretende cambiar sus ventanas. Ha llegado el momento de que tome e implemente su nuevo papel en el mundo.
Nicole Pretell