El Grupo de Visegrado está conformado por República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia, siendo una alianza que comparte una historia remota común que data del siglo XIV. Esta alianza se formalizó en 1991 como organización intergubernamental en un esfuerzo por desprenderse de la influencia soviética e impulsar su integración en la Unión Europea y la OTAN. Así pues, para 2004 los cuatro países formaban parte de ambos organismos. Este 2019 la República Checa ostenta la Presidencia del Grupo Visegrado durante un año. El objetivo principal del grupo Visegrado es el fortalecimiento de su posición como ente dentro de la Unión Europea y la OTAN, fomentando la unidad y cohesión en un momento en el que se afrontan nuevos desafíos tanto en la esfera nacional como internacional.
Bajo el lema Una Europa razonable, la presidencia checa enmarca los principales retos y ámbitos en los que la acción del mandato está focalizado. En primer lugar, el crecimiento ecónomico más que exitoso dentro de los paises que conforman Visegrado, siendo del 3% del PIB anual a lo largo de los años. La continuidad de este es un propósito por lo que el desarrollo de relaciones con sus vecinos como Alemania y Austria así como con otros países como España y Portugal, los países del Benelux y los países nórdicos será vital. Por otro lado, la ampliación de la Unión Europea hacia los Balcanes Occidentales es otro de los retos primordiales que ya cuenta con una Estrategia específica para ello, aprobada en 2018 (al igual que la Declaración de Sofía de mayo de 2018). Además, el pasado 12 de septiembre los primeros ministros del Grupo se reunieron con los socios de los Balcanes Occidentales en Praga para abordar este tema. La Presidencia Checa propone fortalecer el mercado interior de la UE. Entre otros, el desarrollo del sector tecnológico es vital para la investigación e innovación en muchos sectores como la economía, la industria 4.0, la nueva era digital, la inteligencia artificial y el ecosistema, entre otros.
Por último, en el marco de la defensa podemos señalar dos objetivos. En primer lugar, la reactivación del Visegrad Battlegroup para el segundo semestre de 2019 y en segundo lugar, la cooperación del grupo para el desarrollo de un programa conjunto en el ámbito de la defensa industrial. Así pues, se va a va a trabajar firmemente para lograr los objetivos mencionados a fin de afianzar su presencia y tener voz en la Unión Europea y en el escenario mundial. De ahí el afán de poner en marcha proyectos muy ambiciosos no sólo en materia de derechos humanos sino de desarrollo económico y político para una alianza próspera y fuerte. Todo ello sin olvidar la idea de esa Europa razonable.
Nereida Pérez