La seguridad nacional abarca tres grandes aspectos: el primero de ellos es proteger la libertad, los derechos y el bienestar de los ciudadanos; el segundo punto es garantizar la defensa de España y garantizar la defensa de los valores y principios democráticos; finalmente el tercero es contribuir con nuestros aliados a la seguridad internacional en el marco de los compromisos previamente adquiridos.
Estos tres grandes apartados representan una doble dimensión: la dimensión nacional y la internacional. Estas dos dimensiones están íntimamente conectados, ya no es posible separar la esfera nacional de la internacional. Los tres grandes componentes de la seguridad nacional son la defensa nacional, la seguridad pública y la acción exterior.
Las amenazas y los retos son esencialmente globales pero son los Estados los que están legitimados para neutralizar estas amenazas. El aumento de la incertidumbre está totalmente relacionada con las acciones híbridas, entendiéndolas como las acciones combinadas que pueden incluir el uso de métodos militares tradicionales, ciberataques o incluso elementos de presión económica con la finalidad de desestabilizar al Estado, fomentar movimientos subversivos y la polarización de la opinión pública.
Las amenazas del Estado son las que comprometen y socaban la seguridad nacional (conflictos armados, terrorismo, crimen organizado, proliferación de armas de destrucción masiva, espionaje). Por otro lado, los retos y desafíos no tienen la consideración de las amenazas pero suscitan vulnerabilidad, provocan situaciones de inestabilidad e incluso pueden propiciar el surgimiento de nuevas amenazas (inestabilidad económica, vulnerabilidad energética, movimientos migratorios, cambio climático, epidemias y pandemias).
La misión principal de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional es la neutralización de la amenaza terrorista y la neutralización de otro tipo de amenazas que puedan atentar al orden constituyente así como a los valores y principios democráticos desde una doble estructura central y territorial. Los cuatro grandes retos que enfrenta la seguridad nacional de España son: en primer lugar, los extremismos ideológicos que atentan a los valores constitucionales y por extensión la seguridad nacional. En segundo lugar, anticipar el impacto de las tendencias globales tales como los nuevos movimientos sociales o las nuevas tecnologías. La consolidación del sistema de seguridad nacional a través de instituciones, análisis, propuestas y neutralización de amenazas constituiría el tercer gran pilar. Por último, la prospectiva estratégica, considerándola como una herramienta de trabajo a través de unas metodologías objetivas.
En un mundo tan interconectado será imprescindible compartir conocimiento y experiencia tanto positiva y negativa. Es necesario conocer, combatir y compartir información entre los sectores público y privado. Hay que generar representaciones compartidas de la realidad para poder afrontar los retos y amenazas a la seguridad del Estado.
Fernando Arévalo