La rivalidad entre India y Pakistán a través del conflicto de Cachemira

El viernes 22 de marzo de 2019, INCIPE organizó un Desayuno de Trabajo con el título La rivalidad entre India y Pakistán a través del conflicto de Cachemira. Este encuentroo contó con la participación de Eva Borreguero, Profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid y especialista en identidades políticas y religiosas en Asia Meridional.

Para comprender la dimensión del conflicto es clave analizar los procesos de construcción nacional que llevaron a cabo India y Pakistán. Cachemira es la región en la que las dos potencias convergen, dónde existe una gran variedad religiosa y lingüística.

La construcción nacional de India y Pakistán comenzó tras la independencia del Reino Unido en 1947, siendo Cachemira el epicentro de la diversidad religiosa, dominado, casi equitativamente, entre hinduistas y musulmanes. Tras la independencia del Imperio Britanico surgieron movimientos nacionalistas musulmanes que reclamaban la creación de un estado propio e independiente de India y que, finalmente, desencadenaron en la división del antiguo Virreinato de la India. El abrupto proceso de independencia pakistaní causó un éxodo de más de doce millones de personas y más de un millón de personas fallecieron durante los enfrentamientos. La división fracturó el tejido social existente y desencadenó en el enfrentamiento que hasta la fecha mantienen ambos estados.

Como consucuencia de los procesos de independencia los diferentes principados tuvieron que decidir a qué Estado se integraban, y Cachemira fue uno de los tres principados que no decidieron integrarse en ninguno de los dos. Cachemira poseía una mayoría de población musulmana pero el Marajá, en cuya autoridad recaía la toma de decisión, era partidario de la creación de un estado Cachemir independiente. Sin embargo, la situación cambió con la ocupación pastún de Cachemira, durante la cual el Marajá solicitó a la India ayuda militar para vencer a los pastunes. La India accedió a intervenir militarmente en Cachemira a cambio de que el Marajá accediese a integrarse en el estado indio, dando paso a la disputa territorial que ha llegado a nuestros días.

La dimensión del conflicto no solo involucra a la India y Pakistán, sino que se ha internacionalizado al buscar tanto la India como Pakistán apoyos a su causa en el exterior. El subcontinente indio afronta una serie de retos que solo se pueden resolver mediante el dialogo, y los dos países necesitan acercar posturas con el fin de llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes. Asimismo, resulta imprescindible una solución para la disputa en Cachemira, entre otras razones porque es el origen de importantes cauces de agua de la cual dependen tanto Pakistán como la India.

Iñaki Goenaga