México, situación actual y perspectivas

El pasado 7 de junio, INCIPE organizó un Desayuno de Trabajo bajo el título México: situación actual y perspectivas cuya presentación corrió a cargo de Roberta Lajous, Excma. Embajadora de México en España. El encuentro giró en torno a la actulidad mexicana y a las próximas elecciones del país norteamericano, que tendrán lugar en el mes de julio.

Hoy en día, México se ha convertido en una potencia regional gracias a su pujante economía y al denominado bono demográfico, ya que la población mexicana en edad de trabajar es muy superior al porcentaje de ancianos y dependientes, lo que repercute positivamente en el desarrollo del Estado. Además, México tiene una tasa de migración muy baja. Sin embargo, es un país clave en los desplazamientos de población en América ya que se trata el punto de paso entre los países del sur y Estados Unidos. Aun así, hay muchos inmigrantes que deciden buscar un futuro en México trabajando en el sector agrícola y hotelero.

Por otro lado, México, como firme defensor del multilateralismo y del libre comercio forma parte de 11 acuerdos de libre comercio, que le dan acceso a los mercados de 46 países. Así, además del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés), el estado norteamericano ya ha negociado un acuerdo comercial con la Unión Europea que será aprobado en un futuro próximo. De la misma manera es miembro del G-20, uno de los líderes de la Alianza del Pacífico y un firme defensor de la importancia del castellano como vehículo cultural y de alianza con España.

Desde la llegada de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia en 2012, se han acometido una serie de reformas estructurales que contaron con un amplio apoyo entre los tres principales partidos mexicanos. La primera de ellas –y también la más cuestionada- es la reforma educativa, que obliga a los profesores a superar unas oposiciones para poder ejercer. En la misma línea, la Administración de Peña Nieto ha realizado una subida de impuestos para equipararse a los niveles de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Asimismo, ha reformado el sector de las telecomunicaciones para romper los monopolios estatales y ha llevado la banda ancha al 90% del territorio nacional. Otro monopolio ya superado es el energético, donde PEMEX ya no es el único operador del mercado petrolífero mexicano. Las demás reformas acometidas en el último sexenio han ido encaminadas a aumentar la transparencia de las administraciones públicas a dinamizar el mercado laboral, a aumentar la disciplina fiscal de los gobiernos locales y estatales. También se ha levantado la prohibición de repetir mandatos para senadores y alcaldes, aunque limitando su reelección a un segundo mandato (6 años en total). Una reelección a la que Enrique Peña Nieto, sin embargo, no podrá optar en las elecciones de julio, ya que el cargo de Presidente sigue limitado a un solo mandato de seis años.

Precisamente los comicios del mes que viene serán históricos en México por varias razones. En primer lugar por el gran número de electores llamados a las urnas: 89 millones (13 de los cuales votarán por primera vez). Pero también por los 18.300 cargos (621 federales) en juego. Sin embargo, la participación de los mexicanos residentes fuera de sus fronteras ha sido decepcionante, ya que solo 118.000 se han registrado para depositar su voto. Sea cual sea el resultado de los comicios, el nuevo inquilino de Los Pinos (la residencia presidencial mexicana) deberá lidiar con varios retos: la relación con EEUU, en la que prima la cooperación seguritaria y fronteriza a pesar de los tweets de Donald Trump, el control de la frontera sur de México y la polémica Ley de Seguridad destinada a luchar contra el narcotráfico.

Pablo Blanco
INCIPE

6782--004 6782--020 6782--024 6782--029 6782--025 6782--018

On June the 7th, INCIPE organized a working breakfast titled Mexico: Current Situation and Prospects, presented by Roberta Lajous, ambassador of Mexico to Spain. In the last years Mexico has steadily advanced towards becoming a large middle power with considerable influence in the world. Mexico is already among the top 15 world economies, and the country expects to continue to grow economically- largely thanks to its demographic bonus- to make it the top 10 by 2050. Although there is still much to be done with social issues, inequality, and security, Mexico is aware that the next few years will be especially important in tackling these problems.

Mexico is a country open to the world and with a long tradition of multilateralism that dates back to the interwar period. The country is a proud member of international economic forums such as the G-20 and a defender of free trade. Mexico has currently signed 11 free-trade agreements that give them access to the markets of 40 different countries. The NAFTA (North American Free Trade Agreement) is still undergoing negotiations for its renovation, despite the new tariffs on steel and aluminum imposed by President Trump’s administration. Mexico is especially satisfied with the new free trade agreement that was reached with the EU in April 2018, for which Spain acted as the main interlocutor between Mexico and the EU.

The relationship between Spain and Mexico is at a high point. The communication between the two states has been constant and fluid for the last 40 years- regardless of the parties in government -, and the two countries share the same positions at the different international gatherings. Cooperation and interactions with the Spanish government, businesses, and well-educated immigrants have historically proven very useful for Mexico’s development and the implementation of the recent structural reforms. Spain and Mexico also cooperate in promoting the teaching and learning of Spanish in the world. Regarding Mexico’s neighbor to the north, despite the new US administration hostile stance towards Mexico, the cooperation in security matters between the two countries remains very strong. The common border and the large volume of commercial exchanges force the two countries to cooperate in their fight against drug-trafficking and have created a situation of strong economic interdependence. However, there is a growing number of Mexican politicians who want to strain Mexico’s relations with the US in response to President Trump’s attitude towards their country. Migration-wise, Mexico’s net migration to the United States has dropped to 0, and Mexico has become a transit country for Centro American migrants in their journey towards the US. These migrants frequently decide to stay in the booming south eastern states of Mexico such as Yucatán. This new pressure on the southern border of Mexico requires an integral response focusing on the economic development of Central America to reduce the migration flow.

In the last term, Mexico has passed a series of structural reforms with a view to promote sustained economic growth that have begun to be implemented. The most transcendental one is the education reform, which aims at increasing the country’s human capital. For the first time teachers will have to pass public examinations, and students will be evaluated regularly. In the economic realm, the labor market has been made more flexible, the traditionally low taxes have been increased to fund more public programs, and the sectors of telecommunications and energy (especially oil) have been liberalized and their monopolies broken. Regarding the political reforms, Mexico is trying to increase the transparency of its public institutions, and it has imposed fiscal discipline over the local and state governments, which used to be able to indebt themselves without any regulation. Finally, the new electoral law facilitates the vote from abroad and allows, for the first time, the reelection of senators, representatives, and mayors.

The next elections have no precedents: Eighty-nine million voters have to renovate 18 000 political positions at the federal, state, and local level. The logistics effort is going to be very large. These are the most competitive elections in Mexico’s history, and, although the results are hardly predictable, there is a chance that power shifts hands to the antiestablishment party of Andrés Manuel López Obrador.

Luis Enrique Moya Cánovas
INCIPE

6782--004 6782--020 6782--024 6782--029 6782--025 6782--018