Hambre, clima y conflicto: los orígenes de las migraciones

El 4 de mayo de 2018, INCIPE organizó el Desayuno de Trabajo Hambre, clima y conflicto: los orígenes de las migraciones que corrió a cargo de Jennifer Nyberg, Jefa de la Oficina de Madrid del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) es la mayor agencia humanitaria en la lucha contra el hambre. El PMA proporciona un “triple nexo” de respuestas a través de tres áreas: respuestas humanitarias ante emergencias, asistencia al desarrollo y acción para la paz. Su labor se hace especialmente importante si recordamos que una de cada nueve personas en el mundo pasa hambre, la mayoría de ellas en África. A lo largo del encuentro se destacó la retroalimentación entre conflicto y hambre, dos fenómenos que son, simultáneamente, causa y consecuencia de las migraciones forzadas. Asimismo, se constató que el hambre aumenta en el mundo por primera vez en una década, alcanzando a 815 millones de personas (un 11% de la población mundial), la mayoría de las cuales se sitúan en África y Asia. Así, Siria, Yemen, Irak, Sudán del Sur y los países del Sahel son los puntos más calientes del planeta en lo que a hambre se refiere. Para paliar las hambrunas y la desnutrición en estas regiones, el Programa Mundial de Alimentos dispone de 500 oficinas subregionales y 14.000 trabajadores, así como de dos centros especializados en nutrición e innovación y una importante base logística en Las Palmas de Gran Canaria.

Según los datos del PMA, atienden a 80 millones de personas al día y desarrollan 75.000 programas de atención alimentaria escolar, en los que participan más de 16 millones de niños. Para ello cuentan con un presupuesto de 27.000 millones de dólares (7.000 de los cuales provienen de donaciones de particulares). A lo largo del desayuno se explicaron también los motivos que impulsan los éxodos: subnutrición, bajo crecimiento económico y la existencia de una diáspora previa. También se puso de relieve que la mayoría de los migrantes no cambian de continente en su periplo, sino que buscan oportunidades dentro de otros países africanos o asiáticos.

Durante el encuentro, se hizo asimismo hincapié en los problemas que planteará la región del Gran Sahel (los países comprendidos entre Mauritania y Somalia) en los próximos meses. Y es que en estos territorios habitan 500 millones de personas, gran parte de los cuales están en una situación de extrema vulnerabilidad provocada por las escasas lluvias que han arruinado las cosechas. Así, el PMA prevé que cinco millones de personas requerirán ayuda alimentaria en los próximos cuatro años, agravando la situación de inseguridad alimentaria y provocando nuevas migraciones.

Para evitar que situaciones de este estilo se repitan, desde el Programa Mundial de Alimentos plantean soluciones que atacan la raíz del problema y que se dividen en cinco grandes grupos. El primero es solucionar por la vía política los conflictos, el segundo tener en cuenta la relación entre cambio climático, hambre y conflicto; pero también impulsar la educación, apoyar a grupos vulnerables y construir resiliencia y empoderar a las mujeres de los países con más riesgo de padecer hambrunas.

Silvia Prada