El terrorismo constituye una de las principales amenazas reales a la seguridad internacional, con carácter global, descentralizado y versátil en sus formas de actuación, lo que incrementa la complejidad del fenómeno y, por consiguiente, la respuesta al mismo. Sus ejes principales de dinamización se centran en promover la amenaza terrorista a través de la perpetración de atentados, dónde predomina el fenómeno de los retornados y los lobos solitarios como factores de riesgo fundamentales; buscar fondos de financiación para sus actividades delictivas; y dirigir procesos de captación, reclutamiento y radicalización a través de propaganda yihadista y redes sociales, teniendo en cuenta que el 90% de reclutamientos se producen a través de Internet.
El terrorismo yihadista representa el principal desafío a la Estrategia de Seguridad Nacional de España, dada su posición estratégica y percepción del islamismo radical, especialmente tras los atentados del 11-M. Sin embargo, la gravedad del fenómeno y, por consiguiente, su sensibilidad al mismo, no es reconocida como tal por el conjunto de la sociedad, pese a ser el segundo país, después de Estados Unidos, con un mayor número de víctimas a causa del terrorismo.
La primera mesa redonda, bajo el nombre de La respuesta frente a la ideología yihadista y moderada por Luis Solana, Vicepresidente de INCIPE y Presidente de Telefónica Open Future, corrió a cargo del General de Brigada Juan Bautista Sánchez Gamboa, Adjunto al Director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS), Estado Mayor de la Defensa, Ministerio de Defensa; el Teniente Coronel Óscar Asensi Miralles, segundo Jefe de la Unidad Central Especial Dos (UCE-2), Servicio de Información de la Guardia Civil; el Comisario José María Mata, Jefe de Brigada, Comisaría General de Información, Cuerpo Nacional de la Policía; y Carlos Echevarría, Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED, experto en terrorismo yihadista.
Pese a los esfuerzos realizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la sociedad en su conjunto debe trabajar abordando dos ámbitos fundamentales: promover la cultura de defensa y garantizar la veracidad de los medios de comunicación, a fin de proporcionar información rigurosa, clara, oportuna y transparente sobre la amenaza real del fenómeno yihadista a la opinión pública, que permita conocer sus riesgos y asentar eficazmente la cultura de defensa en la lucha contra el mismo, aplicando las contramedidas correspondientes. De ese modo, y teniendo en cuenta que los límites entre seguridad interior y exterior se han difuminado, el bloque comunitario debe garantizar que los ciudadanos de sus estados miembros vivan en un espacio de seguridad, libertad y justicia, mientras que los estados, más concretamente España, debe continuar trabajando para salvaguardar la seguridad de la nación mediante el establecimiento de criterios de actuación coordinados entre las capacidades militares, los servicios de seguridad y justicia y las capacidades de información; donde los medios de comunicación juegan un papel crucial, representando una parte importante de su estrategia antiterrorista.
La política de defensa coordina sus esfuerzos con la política de seguridad interior, en el campo operativo y estratégico, clave para incrementar la eficacia de la estrategia contraterrorista, a través del desarrollo de iniciativas conjuntas de seguridad y actividades de diplomacia y defensa, que permiten mejorar la percepción y la respuesta colectiva y eficaz adaptada al fenómeno yihadista, así como proporcionar poyo a países necesitados y socios estratégicos. En este ámbito, el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) ejerce un papel esencial, con el desempeño de dos labores fundamentales: alertar de las situaciones de crisis que implican el empleo de fuerza militar y proporcionar apoyo a operaciones en España y en el extranjero, contando así con bases militares de apoyo a operaciones desplegadas en África, Oriente Medio, Asia Central o la región de los Balcanes.
La importancia de la inteligencia y sus labores de planificación, decisión, obtención, análisis e interpretación, así como sus tareas de vigilancia y detección, son esenciales para adoptar una visión integral basada en la anticipación y el intercambio de información de inteligencia a nivel nacional e internacional. El atractivo de la ideología y la complejidad que sustentan a las organizaciones terroristas exigen el desarrollo y la adaptación sistemática y transnacional de las capacidades, lo que requiere unidad de acción nacional, apoyada por la comunidad de inteligencia, así como una cooperación bilateral y multilateral eficaz entre estados que supere las limitaciones de soberanía nacional y permitan la obtención de un conocimiento oportuno capaz de actuar en ciclos de decisión breves.
La segunda mesa redonda, Propaganda yihadista y redes sociales, moderada por José Manuel Sánchez Arce, Jefe de la Oficina de Comunicación del Ministerio de Defensa, corrió a cargo de Pilar Requena, Periodista de TVE, programa “En Portada” y Profesora de Relaciones Internacionales en la IE University; el Coronel Ignacio Fuente Cobo, Analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, Ministerio de Defensa; Manuel Torres Soriano, Profesor Titular de Ciencia Política y Director del Curso de Experto Universitario en Análisis del Terrorismo Yihadista, Insurgencias y Movimientos Radicales en la Universidad Pablo Olavide; y Alexandra Gil, Periodista corresponsal en París, especializada en terrorismo yihadista y autora del libro En el vientre de la yihad.
La propaganda y narrativa yihadista a través de Internet ha evolucionado considerablemente en los últimos años, adoptando una estrategia de comunicación clara y definida, cuyo simbolismo y sofisticación constituyen su signo de identidad en la red, buscando explotar la cultura popular en el contexto de la yihad a fin de lograr el embellecimiento del terrorismo y la repercusión e impacto de su mensaje en la audiencia. Dentro de sus destinatarios predomina la población joven, por su poder visual y capacidad de atracción, pese a que las razones que motivan el reclutamiento son múltiples, si bien existen ciertos factores socioeconómicos de riesgo que incrementan la predisposición a procesos de radicalización violenta, como la necesidad de integración y reconocimiento, la pobreza o el aislamiento social.
Esta evolución se resume en los siguientes periodos:
– 2002-2010: páginas oficiales, foros y salas de conversación y difusión de vídeos, imágenes y contenido extremista.
– 2011-2015: redes sociales como mejor herramienta de propaganda yihadista, donde predominan Twitter o Youtube, debido al empleo de mecanismos de circunvalación para transmitir y reproducir mensajes de forma rápida y automática, mostrando un poder de atracción extremo y de carácter casi profesional.
– 2016-actualidad: las redes sociales pasan a un segundo plano gracias a la actitud proactiva de las compañías de tecnologías de la información (IT) en sus medidas de bloqueo y eliminación de contenido extremista de sus plataformas, adaptándose a los nuevos tiempos y buscando vías de impunidad a través del uso de aplicaciones móviles o Telegram, planteando nuevos desafíos ante la dificultad de identificar sus modos de actuación y contenido de mensajes tácticos y operacionales.
En este contexto la inteligencia trabaja para crear una contranarrativa que permita neutralizar los comunicados yihadistas, para lo que se precisa un refuerzo de las capacidades OSINT en materia de obtención y análisis, así como de los instrumentos de coordinación y cooperación.
Finalmente, el acto de clausura corrió a cargo de Miguel Ángel Barrado, Comisario Principal y Jefe de la División Antiterrorista del CITCO. Ante el fenómeno de los retornados, otro de los principales desafíos a la seguridad nacional e internacional, se establece el control de los combatientes extranjeros residentes en España como otro de los puntos focales de su estrategia contraterrorista. En el último año se han detectado más de 200 españoles radicalizados desplazados a zonas de conflicto, estimando que podrían regresar a terceros países para llevar a cabo un terrorismo autóctono. Así mismo, sus formas de actuación son diversas y cambiantes, optando por objetivos blandos que causan el mismo impacto en la sociedad y que incrementan la dificultad de afrontar el fenómeno eficazmente. Para ello, se promueve el uso del Registro de Nombres de Pasajeros (PNR), una Directiva aprobada por la UE que obliga a las compañías aéreas a remitir un listado con la identidad de los pasajeros de todos los vuelos, que entran o salen del bloque comunitario, así como sus datos de facturación, cuentas bancarias, fechas, puntos de origen y de destino.
De ese modo, la prevención representa otro de los pilares en la estrategia contraterrorista, a nivel nacional e internacional, con el fin de mejorar la capacidad de prevenir procesos de captación y reclutamiento. Por tanto, el terrorismo yihadista exige una visión preventiva, global e integral, basada en un enfoque nacional, europeo e internacional, que aborde la colaboración, cooperación, coordinación y celeridad estimadas, capaces de implementar respuestas y estrategias eficaces y multidisciplinares dentro del respeto a la Carta de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Beatriz Martínez-Falero Arrabé