Antes de abordar los principales aspectos que demuestran la importancia de la Cumbre de Madrid, Javier Colomina dedica unos minutos a explicar brevemente el papel que está desempeñando la OTAN en relación con la guerra de Rusia en Ucrania en respuesta a los flujos de desinformación que a día de hoy circulan. Y es que la Alianza Atlántica está cumpliendo la función más importante que ha tenido que cumplir desde su creación en el año 1949, que no es otra que la de evitar que un conflicto que es de carácter local pase a ser un conflicto global. Es por ello que lo que se ha llevado a cabo ha sido el aumento de la capacidad disuasoria de la OTAN.
La Cumbre de Madrid, que tendrá lugar el 29 y 30 de junio, va a ser un hito; no solo porque va a ser la primera gran Cumbre celebrada después de la pandemia, sino también porque se va a aprobar el nuevo Concepto Estratégico. Esta adaptación del concepto estratégico se fundamentará en el proceso que lanzó la alianza llamado OTAN 2030. Este proyecto se basa en mantener a la Alianza fuerte militarmente con el objetivo de garantizar la defensa colectiva. Además, también consiste en proveer a la Alianza un carácter más global para poder responder a las amenazas globales que ponen en riesgo al área euroatlántica. Por último, también asume que la OTAN debe de tener un carácter más político, en la cual no solo se conciba la presencia de los ministerios de defensa y asuntos exteriores; sino también la presencia de otros departamentos ministeriales que van más allá y que se basan en un concepto más amplio de la seguridad; como por ejemplo, el cambio climático.
Otra de las cuestiones que introdujo Colomina es la necesidad de actualizar el concepto estratégico aprobado en Lisboa en 2010, dados los cambios que se han producido en el orden internacional. Por una parte, el concepto de Lisboa señala que la zona euroatlántica se encuentra en paz; Rusia es considerado socio y no se menciona a China. A día de hoy, esto ha cambiado. La OTAN definía dos elementos como amenazas: el terrorismo y Rusia. Y aunque el terrorismo mantiene el mismo nivel de amenaza, la relación con Rusia y ese equilibrio que existía con la dual track policy basada, por un lado, en la disuasión y defensa; y por otro, en el diálogo ha sufrido un gran cambio; pasando a considerar Rusia no solo como amenaza sino como también un adversario.
En cuanto a China, indudablemente va a tener una presencia fundamental en la Cumbre de Madrid dados los retos securitarios actuales que presenta el país. Por tanto, se espera una redefinición de la relación y que se mantenga ese equilibrio en los retos securitarios que plantea, la necesidad de aumentar la resiliencia de la Alianza, y la búsqueda de espacios compartidos con dicho país.
En definitiva, el protagonismo de la Cumbre de Madrid va a recaer en la aprobación del nuevo el Concepto Estratégico, dado que se ha visto impactado por el conflicto en Ucrania. La OTAN definirá las guías de trabajo para los próximos años, basadas en las tres tareas esenciales anteriormente marcadas: la defensa colectiva, la seguridad cooperativa y la gestión de crisis. Ahora más que nunca el artículo 5 cobra mucha importancia, así como también la seguridad cooperativa. También es necesaria una evolución de la gestión de crisis con operaciones más quirúrgicas y más específicas. Por todo esto, la Cumbre de Madrid es de vital importancia en el contexto actual de seguridad que nos ha tocado vivir.
Judit Anidjar