Silvia Iranzo comienza ofreciendo unos rasgos generales de la política comercial de la Unión Europea, la cual se ocupa de todas las reglas que afectan a los intercambios comerciales, a la contratación pública, a la propiedad intelectual, y a la inversión extranjera directa. La ex secretaria de Estado de Comercio remarcaba la esencialidad de esta política ya que el 90% del crecimiento económico mundial futuro procederá de áreas distintas a la Unión Europea, por lo que resulta imprescindible aprovechar las oportunidades que se ofrecen en otras regiones.
La política comercial de la Unión Europea es competencia exclusiva de la Unión, según los tratados sobre los que se rige. Sin embargo, Silvia Iranzo comenta los matices de esa exclusividad. A medida que los acuerdos han ido incorporando aspectos de ámbito político que anteriormente no contaban con cobertura, por ejemplo, la protección de los derechos humanos, migratorios, laborales, sociales, medioambientales, etc. Por ello, hoy en día es más frecuente la competencia mixta, contando con aprobación de parlamentos nacionales e incluso regionales. Asimismo, enfatiza la reciente sofisticación y complicación de la negociación de estos acuerdos, recordando el CETA entre la Unión Europea y Canadá cuyo proceso se prolongó siete años.
Silvia Iranzo enumera algunos de los acuerdos firmados de manera exitosa con países y regiones de todo el mundo, pero además recuerda otros fallidos o aún pendientes de ratificación; como es el caso del acuerdo con MERCOSUR, el cual fue bloqueado por preocupaciones medioambientales. Aún pendiente se encuentra también el Acuerdo de Inversiones UE-China, tratando preocupaciones como la transferencia tecnológica indebida o faltas de respeto a la propiedad intelectual.
Para concluir, Silvia Iranzo valora la política comercial europea como exitosa. Sin embargo, señala diferentes retos a los que se enfrenta. Entre ellos, la reticencia a incrementar la interconectividad en el contexto de la globalización, las falta de definición de relaciones con China, las secuelas de la política de Trump, la necesidad de colaboración constructiva con Biden, y la mejora de la política de comunicación de los acuerdos comerciales para aliviar las reacciones de rechazo que a menudo reciben.
María de Alfonso