Iñigo Losada contextualiza su ponencia en el cambio de escenario de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Ni EEUU ni la UE le preocupan tanto, tras registrar un descenso importante en las emisiones entre 2017 y 2019 y una tendencia a la baja en las emisiones per cápita de las últimas dos décadas, como China, que, no solo registra una tendencia al alza en sus emisiones, sino que, en 2019, eran superiores a las del resto del mundo desarrollado de manera conjunta.
Estos datos son importantes en el marco de los Acuerdos de París, cuyo principal objetivo es conseguir una reducción global de las emisiones, que evite que la temperatura media global aumente 2 °C, preferentemente 1,5 °C, antes de fin de siglo. Iñigo Losada destaca la necesidad de actuar de manera contundente y en el plazo inmediato si queremos evitar llegar a ese límite de 1,5 °C de aumento de la temperatura del planeta y los efectos naturales, económicos y sociales derivados de ello. Para ello, especifica el ponente, no es suficiente con las políticas actuales ni con los compromisos que, a día de hoy, han hecho los distintos países, sino que se necesita un compromiso real y global que nos lleve a una reducción mucho mayor del 50% de las emisiones.
En este contexto, el pasado 19 de febrero, con Joe Biden como recién estrenado presidente, Estados Unidos vuelve al Acuerdo de París, marcando el inicio de una serie de acciones presidenciales en torno al compromiso con el medioambiente. El plan del Clima de Joe Biden, según explica Losada, está inspirado en el Green New Deal presentado y rechazado en el congreso por el partido demócrata en el 2019. La política climática del nuevo presidente centra la respuesta a la crisis climática desde una perspectiva doméstica, pero también le otorga un enfoque de política exterior y de asunto de Seguridad Nacionall. “Plantea un enfoque integral, insta a alinear la gestión del sistema de contratación del Gobierno y la gestión de sus propiedades y activos, así como sus programas de financiación con una acción climática robusta” destaca Losada.
Se produce también un cambio del posicionamiento de EEUU en los foros internacionales climáticos, buscando, en palabras de Losada “la vuelta al liderazgo climático perdido durante la administración Trump, pero también el multilateralismo y la cooperación internacional bilateral”.
El ponente destaca también, como parte de la responsabilidad de liderazgo compartido de EEUU y la UE respecto a la acción climática, los elementos comunes entre el plan del Clima de EEUU y el de la UE, en la medida que ambos se refieren a cambiar la estrategia de crecimiento para buscar transformación de la sociedad de una forma equitativa y prospera y en un marco de reducción drástica de las emisiones de gases contaminantes. Asimismo, en ambas estrategias, la economía circular juega un papel fundamental de cara a aumentar la resiliencia frente al cambio climático.
Queda mucho camino que recorrer antes de poder hablar de eficiencia medioambiental a nivel global, no obstante, si tenemos en cuenta que en tan solo tres meses la administración Biden-Harris ha transformado por completo la posición de EEUU frente a la acción climática, y la co-responsabilidad, la ambición y el liderazgo compartido entre su política climática y la de la UE, podemos concluir que estamos ante una buena oportunidad para transformar la economía y generar empleo y buscar una transición justa hacia un sistema económico libre de emisiones.
Sofía Alfayate