El encuentro se enmarca dentro de la conmemoración del 75 aniversario de las Naciones Unidas, con el objetivo de visibilizar la importancia de la ONU en nuestro pasado, presente y futuro y reflexionar sobre el papel de España dentro de la organización. Al inicio de su intervención, el director general Marcos Gómez ha señalado los tres principales ejes en los que centrará su análisis: la importancia del papel de la ONU en el mundo actual y en la configuración internacional; las “sombras” que están afectando a la situación internacional en su conjunto como a la propia organización; y, por último, una propuesta de ideas sobre cómo debe ser la ONU acorde con el mundo que queremos.
El nacimiento de las Naciones Unidas estuvo marcado por la Segunda Guerra Mundial y el fracaso de la Liga de Naciones. Como señala la Carta de San Francisco en su preámbulo, la ONU nacío con el fin primoral de «preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra». Pese a las dificultades, se han alcanzado logros muy importantes para el mantenimiento de la paz, a través de mecanismos como los Cascos Azules, ACNUR o el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Actualmente, Naciones Unidas lidera los programas de desarrollo sostenible en el marco de la Agenda 2030.
Pese a los logros alcanzados, asistimos a un cuestionamiento de la organización fruto de un contexto actual que ha puesto en evidencia las fragilidades del mundo. La naturaleza de los conflictos ha cambiado, predominando los de naturaleza asimétrica, como el terrorismo. Por otro lado, la globalización y sus mecanismos están suponiendo un asunto de enorme controversia, cuestión particularmente evidente en el sistema de comercio internacional. Paralelamente, los ciudadanos están perdiendo la confianza en las instituciones, tanto nacionales como internacionales; tendencia que se ha acentuado a partir de la crisis de 2008. «En este contexto, la ONU es percibida en algunos sectores como una entidad cara, distante y de escasa utilidad», señala Marcos Gómez.
Las Naciones Unidas requieren una reforma imprescindible para adaptarse al mundo que queremos. España se ha posicionado a favor de un enfoque multilateralista, que parte de la premisa de que los desafíos a los que nos enfrentamos son principalmente transnacionales. Por tanto, deben ser resueltos a través de la cooperación internacional. «Se necesita la cooperación entre los Estados para tratar de solventar cuestiones como el cambio climático o las pandemias. Espero que el Covid haya tenido el efecto didáctico de convencer a los escépticos de que la cooperación internacional es necesaria», apunta Marcos Gómez.
El presidente del Gobierno de España, en su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado 25 de septiembre, expuso cinco ejes en los que el multilateralismo debe trabajar: reforzar el sistema global de salud; acción climática y mitigar los efectos del cambio climático; reforzar el sistema multilateral; defender la democracia y los derechos humanos y, por último, apostar por el multilateralismo financiero.
Tras la intervención del director general de Naciones Unidas y Derechos Humanos del MAEC, Marcos Gómez, el moderador del debate dió paso al turno de preguntas que los participantes plantearon a través del chat de YouTube, Twitter o correo electrónico. Algunas de las cuestiones planteadas hicieron referencia a la reforma del Consejo de Seguridad, los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos y las operaciones de mantenimiento de la paz.
Aranzazu Álvarez