“Los impactos del cambio climático son ya evidentes en el conjunto del planeta, y España no es ajena a esta realidad” señaló Hugo Morán al inicio de su intervención, en la que no se puede pasar por alto la reciente publicación del ‘Informe sobre el estado del clima en España en 2020’ en el que se aportan datos como que 2020 es, junto a 2016, el año más cálido a nivel mundial desde que se hacen registros, o que la temperatura media de nuestro país ha aumentado 1,7 °C con respecto a los valores preindustriales.
Morán califica la situación de alarmante, “A este ritmo, en el 2050 se necesitarían hasta tres planetas tierra para satisfacer la demanda global y, en el caso concreto de nuestro país, el actual déficit ecológico obligaría a destinar dos veces y media la superficie de España para mantener el nivel de vida actual.” Para evitar llegar a una situación irreversible, desde 2015 la comunidad internacional ha desarrollado, a través de la Agenda 2030 y de los Acuerdos de París, estrategias de acción climática orientadas hacia la neutralidad de las emisiones de gases contaminantes.
“España se sumó a este compromiso desde el primer momento”, afirma Morán. En este sentido, se acaba de aprobar la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que tiene por objeto conseguir la neutralidad de emisiones antes de 2050. También se ha aprobado un Plan Nacional de Adaptación al DCambio Climático para 2021-2030, como instrumento esencial para mejorar la capacidad de actuación. Ambos instrumentos conforman una estrategia a largo plazo para una economía moderna competitiva y climáticamente neutra en 2050.
En lo que respecta a la producción y consumo, se lanzó, en junio de 2020 España Circular 2030, una estrategia con la misión de impulsar la economía circular en sustitución del actual modelo, implicando un consumo ilimitado de recursos naturales que son limitados. Además, se ha aprobado en Consejo de Ministros el primer Plan de Acción de Economía Circular 2021-2023, dotado con un presupuesto de más de 1.500 millones de euros.
El secretario de Estado pone también el énfasis en la importancia del aprovechamiento de los recursos hídricos. En este sentido y como parte del nuevo ciclo de planificación hidrológica, está previsto que en la primavera de 2022 entren en vigor los planes hidrológicos de tercer ciclo, que realizarán una evaluación de los riesgos del cambio climático para los recursos hídricos y los ecosistema, así como la restauración de los ecosistemas dañados a través de la estrategia nacional de infraestructura verde y de la conectividad.
En definitiva, según concluye Hugo Morán, no tenemos esas dos Españas y media que necesitamos para producir como lo hacemos. Por eso, debemos aumentar nuestra resiliencia y continuar con la transición hacia nuevos modelos de desarrollo que garanticen la conservación y el uso sostenible de los materiales, y prioricen la protección y restauración de la naturaleza como elemento impulsor de la economía. Porque un medio ambiente sano es esencial para la salud y para la prosperidad económica y social.
Sofía Alfayate