La primera Mesa Redonda, titulada La opinión pública española ante la Seguridad y la Defensa, estuvo moderada por D. Luis Solana, Vicepresidente de INCIPE y Presidente de Telefónica Open Future. La Mesa contó con las ponencias de D. Emilio Lamo de Espinosa, Catedrático Emérito de Sociología de la UCM y Presidente del Real Instituto Elcano, el General de Brigada D. Francisco José Dacoba, General-Director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), D. Juan Díez Nicolás, Catedrático Emérito de Sociología de la UCM y Presidente de Análisis Sociológicos, Económicos y Políticos S.A. (ASEP), y D. Antxón Sarasqueta, miembro del Patronato de INCIPE y Presidente de Multimedia Capital.
Durante este primer panel, D. Luis Solana ya puso el principal problema al que se enfrenta España en este asunto sobre la mesa: no hay una cultura de defensa en la sociedad española. Tenemos que empezar a comprender de quién nos defendemos exactamente y por qué es tan vital intentar llevar a cabo un proceso de profunda concienciación de la ciudadanía en aspectos relativos a la seguridad y a la defensa, como ya pasa en varios socios europeos o internacionales.
Para seguir con esta línea, D. Emilio Lamo de Espinosa presentó el panorama mundial en cuanto a la cultura estratégica, la cual forma parte de la cultura política de un Estado. Para entender el porqué de ese falta de iniciativa en esta materia hay que apreciar las diferencias históricas y geográficas existentes entre España, Europa y, sobre todo, EE.UU., que se conforma como la antítesis de lo que sucede en nuestro país. Es fundamental comprender que la experiencia histórica de las Guerras ha determinado el resultado actual de la opinión pública española; el aislamiento, la neutralidad durante las dos Guerras Mundiales o el fuerte pacifismo tras las mismas, son factores clave que han llevado a España a experimentar un ensimismamiento en la defensa, reforzado por el franquismo y el Estado autonómico. Todo ello ha conducido al actual desinterés y a la no aceptación de muchas de las políticas de seguridad y defensa, especialmente en cuanto a gasto se refiere. Además, el nivel de ambición al respecto siempre ha estado fuertemente marcado por la orientación política del poder ejecutivo.
El General de Brigada D. Francisco José Dacoba ha presentado el trabajo que realiza el Instituto Español de Estudios Estratégicos para intentar fomentar y hacer llegar los asuntos de defensa a la población española. El IEEE es el think tank al servicio del Ministerio de Defensa, y como tal tiene la importante misión de visibilizar una tarea tan transversal como la seguridad en toda la sociedad, ya sea civil o militar. La difusión que se realiza a través de sus numerosas publicaciones o la colaboración que mantiene con instituciones de todo tipo como centros no universitarios, Universidades, Delegaciones de Defensa, entidades privadas y otros think tanks como el INCIPE. Su objetivo es ampliar el conocimiento de la opinión pública española respecto a la seguridad y a la defensa. Aunque la aceptación y el interés por estos asuntos es todavía un gran reto, el Instituto cuenta con un apoyo cada vez mayor.
Para poder llegar a comprender la dimensión de todo ello, el Catedrático D. Juan Díez Nicolás presentó en el Seminario una serie de estudios sociológicos llevados a cabo para entender la preocupación de muchos expertos respecto a ese desinterés y falta de cultura estratégica con la que se empezaba el panel. Efectivamente, el análisis de los números nos deja un escenario poco alentador y el primer problema al que nos enfrentamos para combatir estos problemas somos nosotros mismos, ya que la sociedad española directamente no se preocupa por el entorno estratégico nacional o internacional.
Para concluir la primera mesa redonda, D. Antxón Sarasqueta apuntó, de nuevo, hacia el argumento con el que comenzaba el Seminario:L los temas relacionados con la seguridad y la defensa en España no aparecen como un asunto que motive a la sociedad. Este es el principal desafío al que se enfrentan las autoridades públicas españolas; una opinión pública no formada, fácilmente manipulable, desorientada, conformista y frágil. ¿Cómo se puede hacer frente a todo esto? Pues bien, el problema pasa por una fuerte reforma en la base del debate nacional, en el que actualmente prevalece el absentismo o el relativismo en la materia. Si bien es cierto que el contexto internacional es muy influyente, para poder combatir la frustración con la seguridad y la defensa en España, se necesita una formación mucho más determinante y decisiva que haga entender a todos los sectores de la sociedad la transversalidad que caracteriza a la defensa de un Estado y de la que se ha debatido durante toda esta jornada.
La segunda Mesa Redonda, bajo el nombre Información y desinformación: incidencia en la seguridad, fue moderada por el Coronel D. José Luis Calvo, Director de la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa, del Ministerio de Defensa. Para debatir este panel, se contó con la participación de D. Rafael Calduch, miembro del Patronato de INCIPE y Catedrático de Relaciones Internacionales de la UCM, Dña. Pilar Requena, Periodista de TVE, programa “En Portada” y Profesora de Relaciones Internacionales en la IE University, D. Ignacio Prieto, Coronel del Ejército del Aire (r.) y parte de la Asociación de Ex Miembros del Servicio de Inteligencia Español (AEMSIE), y D. Emilio Andreu, Corresponsal de los Servicios Informativos de RNE para asuntos de Defensa y Presidente de la Asociación de Periodistas de Defensa.
Para comenzar el segundo panel del Seminario, Dña. Pilar Requena ha expuesto con mucho acierto los problemas que la desinformación plantea. Aunque no es algo nuevo y lo que ha cambiado son los medios, la primera víctima de una guerra es la verdad. Ejemplos que dejan un panorama desolador como los escándalos de los campos de concentración en Bosnia durante la Guerra que asoló la antigua Yugoslavia o la entrada de EE.UU. durante la invasión de Iraq, hacen que el mundo esté expuesto a unas bombas de información para las que hay que estar más preparados que nunca. La velocidad de transmisión de noticias, la amplificación de las mismas y, sobre todo, el auge de las redes sociales, nos ha llevado a construir sociedades en las que prima el impacto emocional sobre el racional. Paradójicamente, en un mundo tan globalizado como el actual, es donde menos cobertura de noticias hay. Por ello, es vital incidir en la responsabilidad periodística, en la que el análisis y la investigación son figuras clave para poder recuperar un periodismo ético y de calidad.
Siguiendo en la misma línea, D. Rafael Calduch también hizo hincapié en la numerosa desinformación que existe a través de las redes sociales, la cual permite que se ejerza poder al margen de las instituciones y, una vez que se llega al seno gubernamental, impedir el acceso de otros. Esta situación es tan grave que atenta directamente contra los principios democráticos de los Estados modernos. Por lo tanto, para poder enfrentar estos retos, es importante seguir trabajando en las estrategias reactivas, pero quizás la clave pasa más por comenzar a desarrollar estrategias proactivas para poder anticiparse a estos sucesos. El Catedrático presentó en este foro una serie de ideas que puedan desembocar en la creación de unidades multidisciplinares especializadas en ciberseguridad y desinformación, las cuales puedan llevar a cabo grandes análisis de fuentes y noticias para asegurar unos planes de respuesta eficaces ante el peligro de la desinformación.
A continuación, D. Ignacio Prieto encaminó su ponencia hacia el papel que pueden tener los servicios de inteligencia para combatir la desinformación. El problema que el Coronel observa en esta materia es la dimensión de los medios electrónicos y la aceptación acrítica de las sociedades contemporáneas de toda la masa de información que circula en las redes. Esta vulnerabilidad hace que ya no se esté sobre el terreno y que se generen unos flujos de información tóxicos. La inteligencia, si bien enfrenta el mismo (quizás mayor) déficit de cultura que la defensa, pretende ser el canal más cercano al ejecutivo, por el cual los Gobiernos aprendan a asimilar, a absorber, y, sobre todo, a dar un uso debido a toda esta información.
Por último, el periodista D. Emilio Andreu remarcó la importancia de ese periodismo responsable y de calidad que necesitamos para poder asegurar una sociedad más democrática y transparente. Destacó también la presunción de inocencia del periodista, muchas veces obviada. Para poder hacer frente a todos los desafíos que se han presentado durante este Seminario, la investigación y la comprobación exhaustiva de la información es algo vital. La desinformación se ha de combatir con un análisis crítico de las innumerables fuentes de información, teniendo siempre presente la problemática que las redes sociales presentan al ser fuentes secundarias.
Para concluir el Seminario, acompañando a D. Vicente Garrido, se contó con la intervención de Dña. Yolanda Rodríguez Vidales, Directora de Comunicación Institucional de la Defensa, perteneciente al Ministerio de Defensa. Como parte de la clausura de la jornada, se recalcó la necesidad de aprender de las críticas. La pérdida de credibilidad experimentada por el auge de fuentes alternativas de información, las cuales en muchas ocasiones no son fiables, ha conducido a la comunicación institucional a enfrentar un desafío enorme para recuperarla. Para ello, se ha insistido una vez más en la profesionalidad, la responsabilidad, el rigor y la ética que el periodismo ha de mantener, especialmente en asuntos de seguridad y defensa donde la prudencia y la sensibilidad son factores fundamentales, para poder ayudar a construir una sociedad mucho más formada y mucho mejor preparada.
Andrei Rosca
INCIPE