Para presentar el evento, se destacó la importancia de la colaboración en el seno comunitario para hacer frente a los nuevos desafíos mundiales. Asimismo, se insistió en que nadie tiene suficiente volumen de fuerzas para enfrentarse a los retos actuales ni existe prácticamente ningún desafío aislado que involucre a un solo Estado, por lo que es necesario impulsar una acción integrada de la UE a través de su Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD).
La primera mesa medonda, bajo el título Retos de la Política de Seguridad y Defensa de la UE, estuvo moderada por D. Ramón de Miguel y Egea, miembro del Patronato de INCIPE y Embajador de España (ret.). La Mesa contó con las ponencias del Capitán de Navío D. Saturnino Suanzes Fernández de Cañete, Subdirector de Planes y Relaciones Internacionales de la Dirección General de Política de Defensa (DIGENPOL), D. José María López-Navarro, miembro del Secretariado Internacional de la OTAN (ret.) y Dña. Mariola Urrea, Profesora Titular de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad de la Rioja.
Durante este primer panel, la Profesora Dña. Mariola Urrea insistió en la “fatiga” que la integración europea lleva sufriendo en cuanto a su pilar de seguridad y defensa. Si bien es cierto que el proceso de constitucionalización de la PCSD y su inclusión en los Tratados ha supuesto un impulso de la misma, lo cierto es que sigue dependiendo de una reforma del Tratado de Lisboa para que la toma de decisiones sea más eficiente y su importancia cobre mucho más valor. Por otro lado, la Estrategia Global del 2016 (comúnmente conocida como Estrategia Mogherini), plantea un pragmatismo basado en los principios comunitarios y ha de ser aceptada por la ciudadanía para poder ser eficaz y llegar a convertirse en la hoja de ruta de la defensa europea. Asimismo, la asunción de responsabilidades que implica la Cooperación Permanente Estructurada (identificada por sus siglas en inglés como PESCO) supone el gran reto de esta Política: llegar a tener una autonomía estratégica basada en el desarrollo de capacidades y en la toma de decisiones de manera autónoma. Para ello, la Profesora Urrea destacó que la mejor opción es conducir esta Política a través de una integración diferenciada, donde los principales Estados miembros han de tomar el liderazgo y el impulso de la PCSD.
Por su parte, D. José María López-Navarro destacó el actual eslogan de la OTAN, We are NATO, como el ejemplo perfecto de la cooperación entre la UE y la Alianza del Atlántico Norte. Los valores compartidos y los acuerdos bilaterales en los últimos años, especialmente la Declaración Conjunta UE-OTAN del año 2016, han supuesto un gran salto en las relaciones entre ambas organizaciones. Tras la Cumbre de la OTAN en Bruselas, se dio la bienvenida a la PESCO y se insistió en la necesidad de actuar conjuntamente evitando la duplicidad, dando un papel relevante a aquellos Estados miembros tanto de OTAN como de UE, los cuales son un nexo vital en la seguridad y la defensa a escala global, pero también a los socios que no están en ambas organizaciones. Aunque queda mucho por aplicar y la cooperación va a ser siempre algo vital para el éxito de las operaciones, se destacaron los grandes avances que ha supuesto el apoyo de la OTAN, materializado en el éxito de las operaciones en el Mar Mediterráneo (OP. Sophia), del Océano Índico (OP. Atalanta) o en los Balcanes (OP. Concordia y OP. Althea en el marco de los acuerdos Berlin Plus).
Por último, D. Saturnino Suanzes Fernández de Cañete centró su ponencia en el nivel de ambición que la Estrategia Global del 2016 supone y en la importancia de desarrollar las responsabilidades de la misma para el éxito de la PCSD. Asumir el compromiso real que la PESCO implica será la única manera de alcanzar la autonomía estratégica de la que se hablaba anteriormente. Para ello, debemos realizar una revisión de las capacidades conjuntas y será necesario que los Estados miembros que suponen un mayor impulso de la PCSD alienten a los demás y ejerzan un papel de liderazgo, poniendo orden y evitando resistencias que impidan su éxito. Asimismo, destacó la importancia de desarrollar el Fondo Europeo de Defensa y evolucionar en los distintos presupuestos para cumplir con los compromisos asumidos tanto en el seno comunitario como en la OTAN.
La segunda mesa redonda, titulada España en la Política de Seguridad y Defensa de la UE, fue moderada por el Coronel D. José Luis Calvo, perteneciente a la Secretaría General de Política de Defensa (SEGENPOL). Los ponentes en esta ocasión fueron: D. Enrique Mora, Director General de Política Exterior y de Seguridad del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; el Teniente General D. Juan Montenegro, Representante Militar ante los Comités Militares de la UE y de la OTAN y D. Félix Arteaga, Investigador Principal del Área de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano.
Para dar comienzo a este segundo panel, D. Enrique Mora indicó las prioridades de la Política de Defensa española, las cuales se articulan en tres niveles: en el marco de la UE, esto es mediante la PCSD, en la OTAN y en la relación bilateral con EEUU. Aunque su fisionomía es muy distinta, los compromisos son perfectamente compatibles y destaca la gran interoperabilidad que existe en las misiones en las que se participa. El eje de su ponencia se centró en los retos a los que no responde la OTAN ni EEUU, como el terrorismo o la proliferación de armas nucleares. España quiere que la PCSD se convierta en el motor de la lucha contra todas estas amenazas y sea la solución a diversos problemas en todo el mundo. El ejemplo de Siria, el cual puso en jaque todo el espacio europeo, supone un punto de inflexión en el cual la PCSD tiene que jugar un papel trascendental en la redefinición de la Unión Europea.
Para continuar con esta Mesa, en Teniente General D. Juan Montenegro volvió a poner en relieve el papel de la Estrategia Global, de la cooperación UE-OTAN y de la PESCO. Para poder garantizar la autonomía estratégica, será básico desarrollar el Fondo Europeo de Defensa y apoyar la industria tecnológica y de defensa para no depender de EEUU u otros socios de la OTAN. A su vez, es fundamental la inclusión en la PESCO de todos aquellos Estados miembros que puedan aportar fuerzas y sumar apoyo, y el mantenimiento de las buenas relaciones UE-OTAN, las cuales están en su mejor momento y suponen un avance significativo en ambas organizaciones. España participa activamente en todas las misiones de la UE y tras la salida del Reino Unido de la Unión, pasará a liderar la Operación Atalanta. En este marco, se está realizando un profundo ejercicio de identificación de desafíos para eliminar cualquier grieta y definir el nivel de ambición que podemos asumir para cumplir con el compromiso europeo.
Para finalizar, D. Félix Arteaga, Investigador Principal del real Instituto Elcano, analizó el papel tan importante que juega España en la PCSD. Es un actor extremadamente importante para la misma, pues ha conseguido alinear su Política de Defensa a las exigencias comunitarias sin importar qué Gobierno estuviese en el poder. Este compromiso ha hecho que España pase a integrarse en el núcleo duro de la PESCO tras hacerse efectivo el proceso del Brexit. Todo ello supone una mayor responsabilidad para con la PCSD y, en definitiva, con toda la UE. El Profesor Arteaga ha destacado por tanto la importancia de racionalizar a la hora de plantear qué podemos (y debemos) llevar a cabo solos y qué estamos dispuestos a hacer de manera conjunta en el marco comunitario. Hemos sufrido durante años un desfase entre la voluntad política y los medios de los que disponíamos, por lo que es imprescindible ser coherentes con nuestras capacidades, empezar a actuar conforme a ellas y no plantear la PCSD de manera aislada, sino con vistas a otros sectores como Industria, Economía, Exteriores, etc.
En las conclusiones finales, acompañando a D. Vicente Garrido estuvo el General de División D. José Luis Figuero, Director del Gabinete Técnico de la Secretaría General de Política de Defensa (SEGENPOL). En esta clausura de la jornada, se recalcó el reto más ambicioso al que se enfrenta la UE actualmente: la renovación del proceso de integración europea, donde la PCSD puede ser la llave a ello, pues es el único espacio dentro de las Políticas comunitarias donde los avances no pueden revertirse, sino solamente avanzar cada vez más. Dada la asimetría en cuanto a seguridad y defensa en el continente, esto solo será posible a través de un multilateralismo eficaz, una identificación de las capacidades reales y un desarrollo de los fondos de defensa. La Comisión es la institución encargada de liderar este proceso con la cartera comunitaria, impulsando de manera activa el pilar de defensa, el cual se ha convertido en un eje vertical de toda la arquitectura europea.
Andrei Rosca