El pasado 16 de mayo, INCIPE organizó un Desayuno de Trabajo bajo el título Humanitarian Law and New Technologies in armed conflicts: an ICRC perspective cuya presentación corrió a cargo de Vincent Bernard, Head of Law & Policy Forum, International Committee of Red Cross. El acto se celebró en colaboración con la Embajada de Suiza en España y con Cruz Roja Española.
La Cruz Roja se ha enfrentado, desde su nacimiento, a los avances tecnológicos aplicados a los conflictos bélicos. Sin embargo, hoy en día se vive una nueva revolución tecnológica que ha traído nuevos y profundos cambios a las guerras y a los conflictos del siglo XXI. La ciberguerra, el espectacular desarrollo de la Inteligencia artificial (IA), la creación de los denominados “robots asesinos”, así como la nanotecnología y el uso de productos químicos para aumentar el rendimiento de los soldados, son sólo algunos de los retos a los que debe enfrentarse actualmente. Así, aunque por el momento estas nuevas tecnologías no causan víctimas, la Cruz Roja estima que es muy necesaria actuar de manera preventiva para regular los efectos potenciales de estas nuevas armas, asegurándose de que estas cumplan con las líneas rojas que establece el Derecho Internacional Humanitario (DIH). Y es que los nuevos sistemas de armamento no nacen en un vacío legal, sino que también deben cumplir con la ley: han de ser usadas con precaución, deben distinguir civiles de militares y los daños colaterales (víctimas no combatientes) deben ser proporcionales. Además, los Estados firmantes de la Convención de Ginebra tienen la obligación de revisar la legalidad de las nuevas armas que desarrollen.
Hoy en día, son dos los principales temas en los que trabaja la Cruz Roja: los sistemas de armas autónomos y la Ciberguerra. Sobre el primero, el foco está puesto en el desarrollo de drones y otro tipo de sistemas que operen de manera completamente autónoma. Desde la Cruz Roja apuestan porque los drones sean controlados por humanos en tiempo real, para ser capaces de determinar la proporcionalidad y la estimación de daños colaterales, ya que el Derecho Internacional debe ser aplicado por inteligencias humanas. Respecto a la Ciberguerra, la Cruz Roja cree que las reglas no son diferentes a las de cualquier otro tipo de armas o de ataques y que los Estados deben clarificar su posición respecto a este tema y respetar los límites establecidos por el Derecho Internacional Humanitario, ya que los ataques a infraestructuras críticas o al sistema bancario de un país, tiene efectos sobre la población civil. Las críticas de la Cruz Roja a estos dos ámbitos no implican que deban prohibirse, sino que han de regularse y adaptarse al Derecho Internacional Humanitario.
Además, las Nuevas Tecnologías tienen un lado positivo para el Derecho Internacional Humanitario, así, la organización radicada en Ginebra usa el reconocimiento facial para el reagrupamiento familiar de refugiados y ha desarrollado videojuegos para el entrenamiento de su personal.
Pablo Blanco
INCIPE
On May the 16th, INCIPE organized a working breakfast titled Humanitarian Law and New Technologies in Armed Conflict: An ICRC Perspective, presented by Vincent Bernard, Head of Law and Policy Forum of the International Committee of the Red Cross (ICRC). The event was held in collaboration with the Embassy of Switzerland in Spain and the Spanish Red Cross.
Since its creation, International Red Cross has faced the application of technological advances to armed conflict. Today, we are living a new technological revolution that has brought new and deep changes to warfare in the 21st century. Among the new challenges that we have to face today we find cyberwarfare, the spectacular development of AI, the creation of Lethal Autonomous Weapons (the so-called “killer robots”), nanotechnology, and the chemical enhancement of soldiers. Even though these new technologies are not causing casualties yet, International Red Cross deems it necessary to preventively regulate the potential effects of these new weapons and make sure that they comply with the principles of International Humanitarian Law. New weapons systems are not born in legal loopholes. They must comply with the law: they must be used with precaution, they must distinguish between combatants and non-combatants, and collateral damage (non-combatant victims) has to be limited and proportional. Moreover, signatory states of the Geneva Conventions must verify the lawfulness of the new weapons they develop.
Today, International Red Cross focuses on two main topics: Lethal Autonomous Systems (LAWs) and cyberwarfare. Concerning LAWs, the focus is on drones and systems able to operate in a completely autonomous way. International Red Cross advocates for drones to be always controlled by humans in real time in order to be able to estimate collateral damage and act proportionally. International Law must be applied by human intelligence. International Red Cross believes that cyberwarfare rules should be no different to those regarding the use of any other type of weapon of attack and that states must clarify their position regarding the cyberwarfare and respect the limits established by the International Humanitarian Law. Cyberattacks on critical infrastructures or the banking system also harm the civilian population. International Red Cross’s criticisms of these new fields of warfare do not imply that they must be prohibited. Instead, they should be regulated and adapted to the International Humanitarian Law.
Finally, new technologies also have ha positive side for International Humanitarian Law. The Geneva-based organization uses facial recognition for family reunification and has developed a videogame to train its staff.
Pablo Blanco
INCIPE