¿Fin del estado Islámico? A propósito del conflicto en Siria

El 5 de marzo de 2019, INCIPE organizó una Mesa Redonda con el título ¿Fin del Estado Islámico? A propósito del conflicto en Siria. Esta mesa redonda contó con la participación de tres ponentes; Carlos Echeverría, Subdirector del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado y Profesor de Relaciones Internacionales en la UNED, Felipe Sánchez Tapia, Coronel del Ejército de Tierra, Diplomado en Estado Mayor y Analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, y con Gonzalo Caretti, Periodista de RTVE y Redactor del Área de Internacional para el TD1 y TD2.

El conflicto armada al que se ha enfrentado Siria en los últimos años ha transcendido sus fronteras, alcanzando el estatus conflicto regional e internacional debido a los múltiples actores afectados. Sin embargo, este conflicto ha estado marcado por el intento de creación de un Califato por parte de DAESH. Este intento de territorialización de DAESH ha fracasado, actualmente no controlan ningún territorio ni en Siria, ni en Iraq. Aun así, DAESH sigue existiendo, sigue teniendo capacidad para cometer atentados y mantiene como objetivo de la construcción de un califato.

En la mesa redonda se señalaron las diferentes fases que ha tenido el conflicto en Siria, desde la primavera árabe, al surgimiento de DAESH y la construcción de su califato, hasta su derrota militar, y su paso a la clandestinidad como grupo terrorista. Uno de los factores clave para la derrota de DAESH ha sido la incursión de potencias extranjeras, suponiendo un antes y un después en el conflicto. Esta ayuda ha sido determinante no solo para acabar con DAESH, sino para mantener al régimen de Assad en el poder, que actualmente controlo dos tercios del país.

La caída de Raqqa, la capital del califato de DAESH, ha sido defenitiva en la lucha contra este grupo terrorista. DAESH ha llegado al fin de su etapa territorial, pero eso no significa el fin del mismo, ya que siguen existiendo células terroristas con capacidad operativa en Palmyra o Idlib. Se calcula que alrededor de 20.000 o 30.000 milicianos de DAESH se encuentran dispersos por el territorio. Cuando DAESH entró en escena, proclamando el califato, se convirtió en el grupo terrorista más mediático, relegando a Al-Qaeda a una segunda posición. Al convertirse en el mayor exponente del yihadismo, muchos grupos se convirtieron en sus filiales, y mucho combatientes de otros grupos se unieron a las filas del DAESH, al identificar en ellos la verdadera yihad.

No obstante, DAESH no ha sido derrotado. Ciertamente, no controla amplios territorios ni grandes ciudades como anteriormente Mosul o Raqqa, pero continúan siendo un grupo terrorista con capacidad operativa para cometer grandes atentados, y con muchas filiales repartidas por el Norte de África y Asia. Por lo que no podemos decir que este es el fin de DAESH, sino que veremos un nuevo DAESH, trabajando desde las sombras, como ya hizo Al-Qaeda.

Iñaki Goenaga