Desde que se integró en la OTAN en 1999, Polonia ha sido uno de los Estados miembros más activos de la organización, participando en diversas operaciones en todo el mundo y siendo un ejemplo para otras naciones con respecto a la priorización y la financiación de las fuerzas armadas, de acuerdo con el gasto establecido por OTAN. Asimismo, Polonia es el mejor ejemplo de cómo se puede modernizar e integrar un país en Europa occidental en era postsoviética, junto con cómo esta integración puede ayudar a mejorar la economía en su conjunto a través de la globalización y el multinacionalismo.
En los últimos 20 años, Polonia no sólo se ha integrado con las otras fuerzas armadas de Europa y Estados Unidos en el marco de la OTAN, sino que ha liderado y participado en todos los niveles de operaciones dentro de la organización. Si bien su integración es más reciente que la de otros países, demuestra su compromiso con la organización y la defensa de los estados miembros frente a cualquier amenaza que pueda surgir en el futuro a la luz de los recientes conflictos geopolíticos. Incluso hoy, Polonia mantiene a 800 hombres en Kosovo y en el pasado ha desplegado más de 2500 tropas en Irak y Afganistán.
Por lo tanto, la participación de Polonia en la OTAN no sólo beneficia a la organización en su conjunto, sino también a la propia Polonia, mediante el intercambio de información, recursos y tecnología. Por ejemplo, existe dentro del país una base de operaciones de la OTAN, así como varias instalaciones de entrenamiento. Además, Polonia no sólo forma parte de la OTAN, sino también de varios otros organismos multilaterales que acuden en ayuda mutua en tiempos de crisis, uno en particular es el grupo formado por Lituania, Polonia y Ucrania. Además, la implementación de nuevas tecnologías militares aumentará la capacidad de Polonia para combatir nuevas amenazas en un nuevo contexto estratégico.
Joshua Bristol