Pedro Schwartz inicia su participación señalando que la inflación, que lleva produciéndose desde 2019, ha sido consecuencia de la conducta de los bancos centrales, la Reserva Federal y el Banco de España. Dichos bancos centrales han creado demasiado dinero y por eso se ha reducido el valor del mismo. Al contrario de lo que se podía pensar, la evolución de la tasa de inflación del euro muestra que la inflación empezó antes de la guerra de Ucrania y que no es un fenómeno estático. Sin embargo, ahora está remitiendo porque los bancos centrales están reduciendo la creación de dinero (la oferta monetaria) y el temor actual es llegar a una deflación.
Según Pedro Schwartz, los bancos centrales han despreciado la teoría cuantitativa (teoría ‘cantidad de dinero’ del nivel de precios) de Milton Friedman, la cual enseña que el valor del dinero está gobernado por la oferta y la demanda de dinero, por un fenómeno monetario, no por la guerra o la covid. Schwartz señala que la explicación de la inflación por la subida de precios de los bienes es una equivocación cometida por todos los bancos centrales y gobiernos, pues el nivel de precios sube cuando aumenta la oferta monetaria y la velocidad de uso del dinero, y se reduce cuando aumenta la producción de bienes.
Ante esta situación, Schwartz establece como remedio no usar la política monetaria como medio de crecimiento de la economía, pues la citada política monetaria tiene que ser estable y conservadora. Para él, lo que deben hacer los bancos es mantener una tasa de inflación cero y conseguir que el crecimiento de la economía baje los precios de algunos bienes, además de desarrollar una política de seguridad y unos depósitos que les hagan menos dependientes del gobierno. No se debe usar el tipo de descuento del Banco Central, pues los tipos de interés son un instrumento ambiguo; a veces hacen bajar la inflación y otras veces la mantienen. Como tampoco se debe apostar por una unión bancaria europea ni una política de rentas común.
A raíz de las preguntas planteadas durante el debate, Pedro Schwartz afirma que es posible tener una inflación baja al ser esta un fenómeno monetario, y que la citada inflación puede bajar también porque la producción de bienes y servicios reales sea más amplia. Asimismo, un evento como la caída de Credit Suisse afecta a España, ya que vivimos en un mundo financiero globalizado, como se puede apreciar observando cómo los tres bancos más grandes de España han bajado su cotización en Bolsa a raíz de este suceso. También avisa de que hubo una exageración en la creación del dinero y que puede haber una exageración en la reducción del mismo, sin olvidar que la subida de los tipos de interés tiene efectos financieros graves. Al encarecer el dinero no se reduce la pérdida de valor del mismo, se está reduciendo la estabilidad financiera de la banca privada.
Con respecto a otros asuntos, Pedro Schwartz manifiesta que los bancos tienen que cuidar su cuenta de beneficios, y que los hipotecados van a sufrir debido a los errores de la política monetaria anterior. Puede llegar el momento en que el endeudamiento sea tal que los gobiernos no puedan endeudarse más en el extranjero y tengan que subir los impuestos para pagar las pensiones. Por otro lado, remarca que ha habido un cambio fundamental en la concepción de la defensa debido a la guerra de Ucrania, siendo esencial el gasto público en defensa para mantener la salud de nuestras democracias. También deja constancia de que el Banco Central de China ha sido muy conservador y no ha financiado la inflación, aplicando la política monetaria correcta. Para finalizar, el secretario general de INCIPE Manuel Alabart concluye destacando que los bancos centrales son responsables de la inflación y la necesidad de una política monetaria estable.